«Vikingos», la nueva y ambiciosa serie de ficción de Canal Historia Sur
El gran éxito que cosechó «Hatfields & McCoys», ha propiciado que el Canal Historia haya apostado por una nueva ficción televisiva. «Vikingos» es una miniserie de nueve capítulos que fue estrenada ayer en los Estados Unidos y que en breve será vista en nuestros televisores.
Koldo LANDALUZE | DONOSTIA
Hace varios meses dimos cuenta del éxito apabullante que Kevin Costner había logrado con el western catódico «Hatfields & McCoys» -14,3 millones de telespectadores-, una apuesta de Canal Historia que, animada por estos resultados, ha creado una nueva y no menos ambiciosa producción televisiva de ficción enmarcada en el mundo de los pueblos vikingos.
Titulada «Vikingos», esta miniserie tiene su base argumental en la saga épica que inspiró el rey vikingo Ragnar Lothbrok, uno de los héroes nórdicos más populares cuyas gestas inspiraron un buen número de cantares y poemas. El encargado de dar vida a este personaje que coquetea con lo real y la leyenda es el actor de origen australiano Travis Fimmel, un actor que ya ha participado en varios proyectos televisivos como la versión de «Tarzán» en 2003 y «The beast» en 2009.
Sustentada en una cuidada puesta en escena, esta producción cuenta en su reparto con la solvente presencia del actor irlandés Gabriel Byrne, en cuya filmografía se incluyen películas tan prestigiosas como «Muerte entre las flores» y «Sospechosos habituales». Además de Byrne, los títulos de crédito incluyen al actor sueco Gustaf Skarsgård -hijo del actor Stellan Skarsgård-, Eric Northman («True blood») y Katheryn Winnick («Bones»).
Tras lograr un notorio éxito de crítica gracias a su interpretación en la teleserie «En terapia» de la cadena estadounidense HBO, a Gabriel Byrne le ha correspondido meterse en la piel de un líder vikingo atrapado en las cruentas luchas de poder que ha desatado Ragnar Lothbrook (Travis Fimmel), un ambicioso guerrero que pretende gobernar Escandinavia y expandir su poder hacia los reinos de Francia e Inglaterra.
Además de su evidente componente lúdico, Canal Historia ha querido incidir en los aspectos educativos de esta creación que ha contado con el refuerzo de varios historiadores expertos a quienes les ha correspondido documentar todo lo relacionado con la cultura y costumbres de los pueblos nórdicos y su expansión por Europa durante la Edad Media.
El sur del sur. El norte del sur. La brújula estropeada. La desorientación como recurso para el burle. Trileros unidos, jamás serán vencidos. Pérdida de la denominación ciudadana de origen. Nos han reducido a claves de inicio y etiquetas. Clientes que compran productos biológicos de mentira, que se identifica por una marca de teléfono, que recurre a la red para esconder su ignorancia estructural. En el sur la vertical apunta al norte. El norte se colapsa. ¿Es el caos lo que pasa en Italia o lo que pasa en Suiza? ¿Los ciudadanos griegos son menos felices que los de Luxemburgo? ¿Hay menos esperanza en Portugal que en Holanda? ¿Hay menos corrupción en Euskal Herria que en Andalucía? No preguntes más, no sea que te contesten.
He vivido en el sur del sur de Euskal Herria. He vivido en el norte del sur de Europa. He vivido en el norte polar de Europa. En todos los lugares hay una televisión encendida tras los visillos. Y un mando a distancia. Y una oferta de cientos de canales. Y las estadísticas simulan que nos unifican. Pero la parte de la sociedad que sabe discernir, que tiene opciones para distinguir entre el ocio, el entretenimiento, lo esencial y lo fundamental, es la que manifiesta la diferencia entre los diversos grados de posesión de conocimientos culturales de las clases medias y del concepto que tienen de lo que proclamamos como calidad de vida. Interviene el clima, la religión y hasta la programación. Si hay mucho fútbol, hay más posibilidades de acabar enredados con la prima de riesgo.
Escribo mientras resuenan campanadas de muerte gasteiztarras. Cuando repiten las conversaciones robadas a los policías que causaron cinco muertes. Ese documento que nos recuerda que no fueron casuales, sino bien preparadas las acciones violentas. Parecen de hoy mismo. El fascista Hellín que asesinó a la vasca Yolanda González, asesora a miembros de la policía vasca. ¿En ideas democráticas para la práctica policial? ¡Qué asco! Todos tienen los mismos manuales para interrogar con métodos violentos. Los mismos protocolos para reprimir manifestaciones. En el sur y en el norte. Aquí no hay desvíos, todos saben dónde están y a quién obedecen. Y la tele encendida.