Una fuerte explosión deja al menos 45 muertos en una zona chií de Karachi
Una bomba adosada a una motocicleta mató ayer a al menos 45 personas en Ciudad Abbas, un barrio mayoritariamente chií de Karachi, la capital financiera de Pakistán. Según relataron varios testigos, la explosión fue «tan potente que reventó las fachadas de varios pisos».
GARA | ISLAMABAD
Al menos 45 personas, entre las que había mujeres y niños, murieron y otras 135 resultaron heridas por la explosión de una bomba adosada a una motocicleta y detonada por control remoto en el barrio de Ciudad Abbas, en Karachi, la mayor ciudad de Pakistán. Se trata de una zona densamente poblada, en su mayoría por chiíes.
«La explosión ha sido tan potente que ha reventado las fachadas de varios pisos. La mayoría de los cristales de los edificios cercanos han quedado hechos añicos», señalaron varios testigos. «Se ha sentido en toda el área. Dos viviendas y tiendas cercanas ardieron tras la explosión y se cayeron los balcones de varios edificios», indicó Ali Reza. Otro testigo, Muhammad Kazim, dijo que mujeres y niños que realizaban compras en las inmediaciones habían resultado heridos.
Los propios residentes de la zona iniciaron la evacuación de los heridos hacia los hospitales cercanos y se quejaron de la ausencia de efectivos de las fuerzas de seguridad y de maquinaria pesada. Algunos agentes que hicieron acto de presencia tras la explosión, se marcharon poco después. «No se atreven a aparecer ante las víctimas. Podemos ver cómo guardan las distancias», se lamentó uno de los vecinos en declaraciones a Geo TV.
En 2012, los ataques y enfrentamientos sectarios en Pakistán subieron un 47%,según el Pak Institute For Peace Studies. En Karachi, la violencia relacionada con motivos sectarios y políticos causó, al menos, 2.284 muertos el pasado año, siendo el más mortífero en dos décadas, según la comisión independiente de Derechos Humanos de Pakistán. La Inteligencia paquistaní culpa a grupos suníes, principalmente Lashkar-e-Jhangvi (LeJ).
La bomba causó daños en las canalizaciones de gas natural, por lo que había riesgo de nuevas explosiones. Las autoridades pidieron a la población que no utilizase cerillas ni fumasen en la zona.