Se marcaron cinco goles en 18 minutos
La alegría de Mel permite a Anoeta vivir una noche espectacular
El técnico del Betis no renunció a su planteamiento ofensivo ni cuando se encontró con dos goles de ventaja y eso permitió a la Real empatar en un partido trepidante desde el primer minuto al último.
REAL SOCIEDAD 3
REAL BETIS 3
Joseba ITURRIA
Pepe Mel rompió con todas las lógicas de los entrenadores al plantear un partido muy abierto que no quiso controlar ni cuando se vio con dos goles de renta. Eso permitió a la Real sumar un punto que supo a gloria a su afición por la desventaja que llegó a tener y por el placer de gozar con un fútbol espectacular que parece prohibido en un fútbol en el que todo está tan excesivamente controlado.
Por una vez el resultado no fue lo importante porque Anoeta salió feliz con el punto, pero también lo estaba cuando su equipo se retiró al descanso con un gol de desventaja porque estaba maravillada con el fútbol que había visto. Real y Betis se empeñaron en recordar que el fútbol es un espectáculo y esa sensación se agudizó en los primeros 22 minutos del segundo tiempo, en los que se vieron cinco goles, los tres realistas en un margen de doce minutos.
Esa fue la consecuencia de dos planteamientos muy valientes que se tradujeron en un partido de ida y vuelta en el que el balón iba de área a área sin tomarse la más mínima tregua en el centro del campo. Eso se plasmó en el marcador en el intercambio de goles del inicio del segundo tiempo, pero el minuto clave estuvo en el primero.
Del 1-0 al 0-1
Fueron los escasos segundos que separaron el remate de Agirretxe al poste en un corner y el gol de Jorge Molina en una contra llevada por Joel Campbell. Esa jugada simbolizó un partido en el que el punto fue un justo premio para el juego de los dos equipos, aunque por oportunidades la Real mereció ganar.
Ya antes del remate de Agirretxe, los de Montanier habían tenido ocasiones suficientes para adelantarse y así debió subir al marcador el gol mal anulado por fuera de juego inexistente de Griezmann. Es verdad que también se había equivocado antes el otro asistente en otro fuera de juego inexistente de Pabón, pero la diferencia estuvo en que el bético remató fuera. La compensación del mal arbitraje llegó en un penalti señalado a Ángel que no lo pareció.
Hasta ese minuto clave en el que se juntaron las dos jugadas más importantes del primer tiempo, la Real creó más ocasiones, especialmente dos de Vela y una de Zurutuza y un centro de Griezmann que no encontró rematador, pero el Betis también llegó con peligro, especialmente por la velocidad de sus dos jugadores de raza negra, Joel Campbell y Pabón.
Los primeros 70 minutos se disputaron a un ritmo altísimo con un constante intercambio de golpes en el que la Real combinaba mejor, pero el Betis llegaba más rápido. Cualquier entrenador normal hubiera decidido recurrir al freno de mano tras ponerse en ventaja, pero Pepe Mel no quiso prescindir de uno de sus cuatro jugadores ofensivos hasta que logró el empate a tres y, solo entonces, tras verse por detrás en el marcador, dio por bueno el punto.
La locura
Porque es muy bonito ver un partido como el que ayer disfrutó la Real, pero la valentía con la que comenzó Pepe Mel se convirtió casi en una locura. Un entrenador que gana 0-2 no puede permitir que en doce minutos le meta su rival tres goles sin hacer el más mínimo cambio de planteamiento ni de jugador.
Lo que pasó en ese momento fue más gracias a la alegría del técnico bético que a los méritos, que también fueron muchos, de los realistas, que no se vinieron abajo con el mazazo que podía haber supuesto un gol como el que marcó Pabón tras un grave fallo de entendimiento entre Mikel González y Bravo. El central dudó entre dejarle el balón y despejar, el portero salió sin terminar de pedirle que le dejara el esférico y el de Arrasate lo tocó lo justo para dejar vendido a su portero y permitir a Pabón lograr el primero de sus dos goles de la noche.
La Real de otros años no habría reaccionado ante semejante golpe, pero ésta se encuentra en estado de gracia y Vela, Iñigo Martínez y Xabi Prieto -está bien que sea el donostiarra el que lance los penaltis para no aumentar desde lo once metros el número de goles del mexicano y el riesgo de perderlo- dieron la voltereta al partido.
A diferencia de Mel, Montanier no tuvo ni tiempo para intentar parar el partido, porque solo cuatro minutos separaron el 3-2 del empate. Solo entonces el técnico bético, que en desventaja había retirado a un lateral para sacar a su mejor delantero, entendió que no se podía echar tanta leña al fuego y empezó a comportarse como un entrenador normal al pasar a un 4-2-3-1 y dar entrada a un lateral y un pivote defensivo para sustituir a Joel Campbell y Beñat.
Eso no impidió que la Real tuviera ocasiones por mediación de Griezmann, De la Bella y Vela, pero llegó un momento en el que a los jugadores de los dos equipos se les acabó el oxígeno sin que los dos más solicitados durante toda la temporada por un sector de la afición, Pardo e Ifrán, se lo pudieran dar.
Así la Real se tuvo que conformar con un punto que le mantiene en la misma situación que la semana anterior, aunque con un partido menos por jugar. Pero al salir de Anoeta pocos se lamentaban de la oportunidad perdida de empatar con el Málaga en la cuarta plaza que conduce a la Champions. Fue tal el espectáculo que era difícil tener unas sensaciones negativas.
A juicio de Philippe Montanier, el de ayer fue «un gran partido, gracias también a un gran rival que cuenta con mucho potencial ofensivo. Pero pienso que nosotros hemos tenido más ocasiones, si hubiese sido boxeo hubiéramos ganado a los puntos, aunque es verdad que el Betis ha jugado con gran eficacia. El 0-1 era demasiado castigo al descanso y con el 0-2 estábamos cerca de perder, pero la reacción ha sido muy buena y no es la primera vez. Estoy muy orgulloso».
Se le cuestionó sobre la ovación del público en elintermedio, pese al marcador adverso. «Ha sido muy duro, después del remate al palo han marcado en un contraataque en la única ocasión que hemos concedido. Pero la ovación de la afición ha sido motivante, igual que su apoyo tras el 0-2. Ha habido buena comunión entre jugadores y aficionados.
No es la primera vez que remontamos, ya lo hicimos por ejemplo contra el Barcelona o en San Mamés. La plantilla
tiene fe en su juego y en su potencial».
Pepe Mel destacó que «para todo espectador neutral ha sido un partidazo. Los dos hemos podido ganar y los dos hemos podido perder. Lo más justo hubiera sido que hubiésemos ganado ambos, un punto es un bagaje pobre para un partido tan vibrante». Preguntado sobre si fue de esa clase de partidos sin control que no gustan a los técnicos, reconoció que «como entrenador, con el 0-2 me hubiera gustado que a partir de ahí fuese un tostón».
Imanol INTZIARTE
La Real descansará hoy y se entrenará a las 11:00 en Zubieta mañana, el miércoles y el jueves (cerrado), el viernes a las 12:00 y el sábado a puerta cerrada. Luego comerán en Zubieta y viajarán a Madrid para jugar el domingo en el Calderón (21:00).
El medio centro del Atlético vio su quinta tarjeta en el empate de ayer en Málaga (0-0) y no podrá jugar contra la Real. Simeone sí podrá contar con Thiago, que cumplió ayer su sanción.
El Easo perdió su ventaja en la Liga Nacional al caer con el Barakaldo (1-2) y empatar el Danok Bat con el Zarautz. Los tres equipos quedan empatados en cabeza. También perdió el primer juvenil ayer en su visita al Eibar (3-2). Ganaron el primer cadete al Romo (3-2), el infantil al Real Unión (3-0) y el infantil txiki al Ordizia (0-1). El cadete txiki empató en Beasain (1-1).