Maite SOROA | msoroa@gara.net
Se alegra de la muerte y lo proclama
Como era de esperar, los medios de la carcundia no han perdido la ocasión de meterse con su bestia negra. Ni duelo, ni respeto, ni nada. Muchos y muchas mojan la pluma en bilis. Ayer, con diferencia, el campeón al comentario más zafio fue un habitual: en «El Mundo» Salvador Sostres volvió a demostrar que le pagan por insultar con un estilo tan vulgar, chabacano, que estremece. Titulaba su columna «Un chandal menos», y empezaba calificando a Hugo Chávez como «un personaje nefasto. Nefasto para los venezolanos, nefasto para el mundo libre, nefasto para la Humanidad». Tan nefasto que ganó con holgura todas las elecciones a las que se presentó. Qué gracia lo de «mundo libre». Sostres, del que dicen que no pudo acabar la carrera de periodismo, dato que servidora desconoce, arguye que el mandatario bolivariano «fue un enemigo de la propiedad privada, que es la base de la libertad. Con su populismo de expropiación y chándal destruyó moralmente a su pueblo y sumió a los venezolanos en el engaño y el atraso». Antes decían que la base de la libertad era la democracia, pero como la democracia le dio el poder a Chávez, pues ahora es la propiedad privada. Sostres insiste en su diatriba y sostiene que «el desafío del fallecido y de su demencial banda de mariachis, peligrosamente esparcida por varios de sus países vecinos, aleja a millones de sudamericanos del progreso y la esperanza, y lo que podría ser el bello proyecto de aunar esfuerzos, crear riqueza y consolidar libertades, resulta un grotesco paisaje de millones de vidas secuestradas por cuatro mamarrachos». No chavalín, quien ha alejado a millones de sudamericanas y sudamericanos del progreso y la esperanza son aquellos que durante siglos les han chupado la sangre y han masacrado a sus gentes. Como quienes decían ser un imperio donde no se ponía el sol. Chávez y otras y otros como él han sido quienes les han devuelto esa esperanza.
Pero el enfant terrible de la derechona lo tiene claro: «la muerte de Chavez es una buena noticia para Venezuela y un alivio para la libertad. Un tirano menos nos está apuntando con su populismo barato. Un chándal menos que tenemos que lamentar». Así es el fichaje estrella de Pedro J. Ese es su nivel.