La alcaldesa de Altasasu, Garazi Urrestarazu, el responsable de LAB por Sakana, Gaizka Uharte, y el representante de Sakantzen Sarea Joseba Garmendia trasladaron ayer sus inquietudes sobre la situación y el futuro de Sakana al Parlamento de Iruñea, en una comparencia propuesta por Bildu.

Uharte expuso los principales problemas a los que se enfrenta la sociedad de Sakana. En gran medida debido al cierre de importantes empresas, el desempleo afecta hoy en día a 1.972 personas, una cifra que triplica la de 2007, cuando la cifra de desempleados era de 600. Concretó que más del 50% de los desempleados son mujeres, y el 40% mayores de 45 años.

Por sectores, concretó que los más afectados son la industria y los servicios, con 661 y 1.011 desempleados, respectivamente.

Asimismo, Uharte explicó que el tejido productivo ha disminuido un 32% desde 2008, año en el que contaba con 6.722 puestos de trabajo. Actualmente son 4.532 las personas que cotizan en empresas y comercios de Sakana. En este punto hizo referencia a la grave situación que atraviesa Sunsudegui y alertó de que si la empresa acaba cerrando, el tejido productivo podría verse disminuido en un 40% respecto a 2008.

Uharte puso el ejemplo de otras empresas que terminaron echando el cerrojo, como son Dinescon, Recindsa, Isphonding Hispania, Gamesa, Arfe e Inasa. El cierre de todas ellas se tradujo en 900 empleos directos destruidos.

Pasar a los hechos

Ante esta situación, Urrestarazu puso en valor la determinación de los vecinos de Sakana a la hora de emprender iniciativas para reactivar la economía. Cuestión en la que coincidió Garmendia, promotor de Sakantzen Sarea, red que surgió el pasado año con el fin de impulsar el desarrollo de la comarca.

No obstante, Urrestarazu apeló a la responsabilidad del Ejecutivo navarro para que cumpla con los compromisos adquiridos en la Mesa de Crisis, en la que se acordó la elaboración de un plan estratégico de desarrollo, la declaración de Sakana como zona de urgente reindustrialización y una partida económica para llevar a cabo todo ello. Estas peticiones fueron plasmadas la pasada semana en una huelga general secundada por una gran mayoría de vecinos de Sakana.