El Ibex se quedó ayer a un paso de superar los 8.400 puntos. En principio, todo el contexto era favorable. Para empezar, el Dow Jones está consolidando su posición sobre los 14.200 puntos, una señal de confianza en el futuro de la economía estadounidense, a pesar de la temida reducción del gasto presupuestario. Dentro del Estado español, la subasta del Tesoro daba otro soplo de aire a la prima de riesgo, que terminaba en los 340 puntos, mientras que la rentabilidad del bono a diez años caía por debajo del 5%. Sin embargo, Mario Draghi colocaba la principal piedra en el camino al mantener una postura desconcertante. De una parte, tras dejar el tipo de interés en el 0,75%, decía valorar positivamente la marcha de la recuperación económica; y de otra, rebajaba sus anteriores previsiones de crecimiento, ya manifiestamente débiles. Este apunte contradictorio del BCE doblegó al Ibex hacia el final de la sesión, aunque pudo acabar con ganancias. Hoy saldrá con 8.389,10 puntos, tras sumar un 0,36%. En Londres (+0,18%), Fráncfort (+0,26%) y París (+0,53%) también hubo avances. En el Ibex, despuntaron las alzas de Telefónica (+1,27%) e Iberdrola (+1,03%), pero los mejores fueron OHL (+1,47%) y Enagás (+1,37%). En el otro lado de la balanza, Indra e IAG registraron los mayores descuentos al caer más de un 1%. Por otro lado, el Cac, que sube un 4,19% anual, lograba un nuevo máximo en 2012. Saint Gobain (+3,13%) y Carrefour (+2,88%) lideraron las subidas. La empresa de distribución triplicó su beneficio hasta los 1.233 millones de euros, pese al retroceso de sus ventas en Europa.