Para un equipo como Planasa Navarra, inmerso en una racha de derrotas, no parece lo mejor que sus dos últimos partidos sean contra los dos mejores de la Liga LEB Oro. Pero así son las cosas; el pasado viernes, los discípulos de Ángel González Jareño sucumbían por un meridiano 78-53 ante el líder Ríver Andorra, y esta noche, a partir de las 20.30, reciben en el polideportivo Anaitasuna al Ford Burgos, segundo clasificado de la «categoría de plata», a dos victorias del líder, y que, naturalmente, intentará seguir su estela con la idea de mantenerse en la pelea por la plaza de ascenso directo a la Liga ACB.

En pocas palabras, Planasa Navarra pasa de visitar al hombre del saco a que lo visite el coco. Cosas del calendario y de la trayectoria de cada cual. Sin embargo, la irregular temporada de los iruindarras les impide mirar quién es su rival y en qué posición se halla. A falta de seis jornadas para terminar la Liga regular, Planasa Navarra ocupa la novena plaza; esto es, justo en la frontera de los equipos que juegan el play off de ascenso, con 8 triunfos y 12 derrotas, empatado con el Força Lleida. Y lo que es peor, suma un único triunfo más que el penúltimo clasificado, el Básquet A Coruña.

En resumen, para los navarros parar al Ford Burgos no es cuestión de deporte, sino de necesidad, ya que continuar la mala racha supondría empezar a mirar con demasiada insistencia el pozo de la clasificación liguera.

En las últimas jornadas, tanto ante el Clavijo como ante el Ríver Andorra, los de Ángel González Jareño están sufriendo unas graves desconexiones en defensa, algo sorprendente incluso para el técnico madrileño, ya que si de algo se caracterizan los equipos dirigidos por el actual preparador de Planasa Navarra, es por su solidez defensiva. Sin embargo, en las últimas semanas, a la habitual irregularidad en ataque -irregularidad que se espera paliar con Iñaki Sanz nuevamente asentado entre los iruindarras-, se le ha sumado una preocupante inconsistencia en defensa.

Duelo bajo los aros

Y eso ante el Ford Burgos es mortal, algo que ya saben los iruindarras. En la primera vuelta, después de mantenerse a la estela de los castellanos durante 20 minutos, un parcial de 24-8 en contra propició que los de González Jareño volvieran a casa con un 91-61 adverso. Los balones perdidos -21- y la diferencia de rebotes -42, 19 de ellos en ataque, contra 27- también jugaron muy en contra de Planasa Navarra, que buscará resarcirse esta tarde.

Para optar a ello habrá que imponerse en muchas áreas, especialmente en el juego interior. Como queda dicho, el rebote es unos de los puntos fuertes del Ford Burgos -apabulló al Básquet A Coruña el pasado viernes en este aspecto, logrando además un marcador de 92-52-, con gente como Olmos, Marcus Toledo o Luke Sikma a la cabeza. Cage, Cabanas y Starosta tendrán mucho trabajo en ese aspecto, indispensable para ganar. Sin ir más lejos, en Andorra, Planasa Navarra se quedó en 30 rechaces -6 en ataque- por 46 de su rival -18 ofensivos-. Y cayó por 25.