«Después de perder contra el Maccabi, tenemos muy difícil pasar. Pero todavía tenemos posibilidades», declaraba Zan Tabak en la rueda de prensa posterior al partido de Euroliga ante el Maccabi de Tel Aviv, saldado con derrota del Caja Laboral Baskonia por 62-66. Así pues, en el duelo contra el Besiktas solo queda aplicar su propio dicho y exprimir esas posibilidades.

El Baskonia ocupa la sexta plaza del grupo F del Top 16, con un balance de cuatro victorias y cinco derrotas, todas sumadas de forma consecutiva. La situación clasificatoria de los gasteiztarras es muy preocupante, pero su rival parece el ideal para cortar una mala racha, ya que cuenta sus partidos del Top 16 por derrotas. Además, el propio Tabak aseguraba en su alocución antes de viajar a Estambul que «lo peor» del bache de juego baskonista «ya ha pasado».

«La mejor cura para un bache son las victorias. Pero empezando por el partido de Gran Canaria, seguido por el de Maccabi y Barcelona, estamos jugando mejor, y lo que es más importante, el equipo ya no se hunde al primer problema. Si el bache ha quedado atrás, nos lo mostrarán los siguientes partidos», declaraba el técnico croata.

Un técnico de Split que, pese a todo, no las tenía todas consigo respecto al Besiktas. «Cuando ves que ocupan la sexta posición de la Liga turca o que van 0-9 en el Top 16, puedes pensar que será fácil. Pero después, cuando empiezas a mirar cómo están jugando, aunque resulte difícil de creer, es un equipo que está compitiendo. En todos los partidos que le he visto, se ve que intenta llegar, compite, sobre todo en los dos primeros cuartos; nada de quitarse desde el primer minuto. No es un equipo que se eche atrás y me parece que va a reaccionar, intentando ofrecer una mejor imagen, después de perder su último partido de Liga, en el que perdió un partido que no debía perder», destacaba Tabak, en referencia a la derrota del Besiktas por 76-66 ante el Royal Hali Gaziantep BSB el pasado domingo.

Asimismo, pese a la baja por lesión de Daniel Ewing, la incorporación de Minard le ha dado un poco de vida al Besiktas. Habrá que estar al tanto de si la temida reacción otomana no llega precisamente hoy, sobre todo a su «línea exterior», como subrayaba Tabak. «Si estos jugadores tienen un día en el que están «calientes», pueden liarla contra cualquiera», advertía.

Aunque también es cierto lo que añadía Maciej Lampe sobre su rival de esta noche. «Tienen jugadores de calidad, pero no terminan de ser un equipo».

Sus propios problemas

Pero lo que es cierto, al alza o no, es que el Baskonia tiene sus propios problemas. Ante todo, los que atañen a su situación clasificatoria en este Top 16.

En este sentido, Lampe declaraba que «dependerá de los otros resultados del grupo, pero en principio tenemos que ganar cuatro de los cinco partidos que nos quedan. Es difícil, pero creo que aún tenemos opciones de acceder a cuartos. Hace tres meses nadie pensaba que pudiéramos meternos en el Top 16, cuando estábamos en una situación tan apretada. A ver cómo salimos ahora».

Asimismo, David Jelinek llega al duelo de Estambul muy justito en su recuperación, mientras que Omar Cook arrastra una fascitis. Por mucho que Tabak se mostrara optimista con el concurso de los dos, la merma física seguramente afecte a su rendimiento. En el caso del base de Brooklyn, de verse incapacitado para jugar, Fabien Causeur pasaría a ejercer el rol del segundo base, en sustitución de Heurtel.

«Intento jugar mejor cada vez. Contra el Barcelona, por ejemplo, estuve además más acertado, pero sobre todo me encuentro con minutos y eso me da confianza para poder aportar», declaraba el escolta francés.

Thomas Heurtel añadía que «el partido contra Besiktas es muy peligroso. Primero, porque ellos no han ganado y nada tienen que perder. Además, no sé cómo se siente Omar -Cook-, pero si no pudiera jugar, los demás tendrían que ayudarme y a ayudar al equipo».

Tras cinco derrotas, la quinta victoria baskonista en el Top 16 no puede esperar más.