Parece mentira que ya haya pasado un año desde aquella gloriosa noche donde los athleticzales soñamos, donde nos sentimos más orgullosos que nunca de ser rojiblancos. Empezó como una locura, miles de aficionados acampamos en las taquillas de San Mamés, tantas horas, conseguimos las tan deseadas entradas y ya no quedaba nada para invadir Manchester: 1.700 km de autobús litera... y allí estábamos, 8.000 aficionados tiñendo Manchester de rojiblanco y cumpliendo un sueño. Y más importante, ver cómo nuestros jugadores ganaban al mítico Manchester en el Teatro de los Sueños. No dejamos de animar, nos dejamos las gargantas, pero mereció la pena porque fue uno de los momentos más grandes que he vivido junto al Athletic. Las lágrimas afloraban por cada gol. Algunos nos resistimos a llorar pero al final, con el tercero, imposible ocultar lo evidente, el Athletic hacía historia, y nosotros fuimos parte de ella. Y ahora, cuando los resultados no acompañan, es cuando tenemos que demostrar que aquella afición sigue aquí, porque si hace un año hicimos historia ¿por qué no vamos a repetir? Rememos en el mismo sentido y podremos volver a demostrar al mundo que somos los mejores. Aupa Athletic!