Después de su sufrido triunfo ante el Básquet Manresa, Lagun Aro GBC se enfrenta a otro partido que puede marcar su futuro en la Liga ACB Endesa. El Fuenlabrada, antepenúltimo clasificado de la clasificación con siete victorias, dos más que los de Sito Alonso, se presenta como una verdadera prueba de fuego. A falta de que algún otro equipo se pueda desinflar y verse involucrado en la pelea por el descenso, fuenlabreños y guipuzcoanos parecen ser los candidatos principales a «rifarse» la plaza de la salvación.

«Cada uno puede ponerle la etiqueta que quiera. Este es un partido importante, como todos los partidos que nos quedan, por jugar contra un rival que está por encima de nosotros y porque ganar supondría no solo el acercarse a ellos, sino ganar fuera de casa, que hace mucho que no lo hacemos -precisamente, fue en la cancha del Manresa en la primera vuelta- y una inyección de energía muy grande. Pero no es una final», declaraba Sito Alonso, tratando de restarle algo de trascendencia -y hasta tremendismo- ante lo que se viene publicando en los medios del herrialde.

«No es una final, porque pase lo que pase, aún habrá muchas cosas que hacer. Sí es cierto que porque el Fuenlabrada es el rival que va por encima nuestro, pero solo por ese aspecto», destacaría el preparador de Monzón durante su comparecencia de prensa semanal.

La verdad es que el pasado fin de semana se vio claro que los equipos de abajo empiezan a apretar. Lagun Aro GBC debió hacer uno de sus mejores partidos para doblegar por 94-90 a un Manresa que estuvo por delante en el marcador hasta los cinco minutos finales, mientras que el Fuenlabrada, sabedor de que en caso de perder en Badalona, Lagun Aro GBC se le iba a poner a un único partido, fue capaz de imponerse por 86-92 al Joventut, con un Feldeine espectacular. Una vez más, el exterior norteamericano volverá a ser el referente principal de los de Trifón Poch, máxime porque aún persisten las dudas por Gladyr, ausente en el último partido por problemas físicos.

Con americanos

Sin embargo, el peso específico de los norteamericanos de Lagun Aro GBC es ahora comparable al de Fuenlabrada. «La diferencia de los últimos partidos a los anteriores es que ahora tenemos americanos y antes no los teníamos», declaraba Sito Alonso hace escasas fechas.

En ese sentido, tanto por aportación como por influencia, la llegada de Morris Finley está siendo vital. A pesar de tener un físico en apariencia frágil, su intensidad en ambas partes de la cancha -en especial en defensa, mostrando una gran agresividad a la hora de atacar el bote del base y el escolta rival-, unido a su certero tiro de media distancia, está siendo un elemento diferencial, amén de haber logrado hacer piña con el otro recién llegado, Paunic, y un Papamakarios mucho más cómodo ahora con Finley.

Todo será necesario para ganar en una pista tan poco propicia para Gipuzkoa Basket como el pabellón Fernando Martín. Los fuenlabreños, además, ganaron 75-86 en Donostia. Toca devolver la moneda.