anaitasuna Visita al Valladolid
En pos de la tercera ante un rival histórico venido a menos
Los pucelanos empataron en la primera vuelta en La Catedral, su primer punto.
Natxo MATXIN
Anaitasuna inicia su dupla de encuentros foráneos ante rivales en serios apuros con su visita al Valladolid -Huerta del Rey, 20.30-, un conjunto histórico venido a menos, que lucha por salir del pozo de la tabla. Los de Aitor Etxaburu tratarán de sacar tajada de la ansiedad de los anfitriones para sumar su tercera victoria a domicilio.
Los blanquiverdes tendrán que hacer frente al juego de los pucelanos y al ambiente de la grada, dado que el entorno vallisoletano se ha conjurado para salvar la categoría, que tienen al alcance de la mano, a apenas un punto de distancia. Además, el Valladolid es un contrario que se le atasca a los navarros, como ya demostraron en La Catedral en la primera vuelta (29-29).
Anaitasuna se va a encontrar con un oponente que ha vuelto a cogerle la onda a sus encuentros en propia cancha. Lo demuestra el hecho de que ha ganado sus dos últimos compro- misos en Huerta del Rey, ante rivales directos por la permanencia, como son el Cangas (31-25) y el Gudalajara (32-28).
Estadística equilibrada
Como dato esperanzador, hay que reseñar que, por contra, el Valladolid tiene unos números globales bastante pobres como local. Los pucelanos han perdido nada menos que siete de los diez encuentros que han disputado hasta el momento en su pabellón. Tampoco es para echar cohetes el balance visitante de Anaitasuna, con solo dos triunfos lejos de Iruñea, concretamente ante el Academia Octavio (28-38) y el Cuenca (23-26), lo que hace que el resultado del choque entre ambas escuadras sea bastante incierto.
El cuadro navarro viajó a Valladolid con las bajas ya sabidas de Bernatonis y Ion Latorre, pero también con dos hombres tocados e importantes en el siete blanquiverde. Por un lado, Rubén Montávez, que no ha podido entrenar a lo largo de la semana al agravarse sus dolencias en la espalda tras sufrir una fea caída ante La Rioja, y Javier Borragán, renqueante en uno de sus tobillos.
Los pucelanos, que abandonarán los puestos de descenso si ganan después de que Octavio perdiese en Logroño, podrán contar con todos los miembros de la plantilla, a excepción de la ausencia ya conocida del portero Yeray Lamariano.
El mayor hándicap del Valladolid y lo que le está condenando a navegar en la parte baja de la tabla es que no dispone de una suficiente profundidad de banquillo. Sabedor de tal circunstancia, el técnico anaitasunista, Aitor Etxaburu, señaló que el objetivo de los suyos será llevar el encuentro a «un ritmo alto», tratando de sacar tajada «de las rotaciones» de los pucelanos.
«Si su siete inicial está en condiciones, te puede plantear una batalla muy dura, tienen una primera línea muy potente, pero en los cambios no tienen jugadores tan expertos o de tanta calidad como otros años. Ahí es donde debemos incidir, en que no hagan cambios defensa-ataque porque juegan siempre con especialistas en ambos apartados», analizó el preparador eibartarra.
Etxaburu recordó que «en la primera vuelta ya dije que creía que iban a salir del pozo y los últimos partidos me están dando la razón, vamos a encontrarnos con un rival muy mentalizado y una afición que no quiere dejar la Asobal». Enfrente, Anaitasuna ha preparado con mimo a lo largo de la semana el envite porque «veo al equipo muy bien, muy concentrado, ahora solo falta ver quién se desenvuelve mejor», dijo. N.M.