Perder contra el segundo clasificado de la Liga LEB Oro no es extraño, pero sí por 32 puntos jugando de local: 55-87. Los últimos resultados de Planasa Navarra empiezan a resultar preocupantes, ya que no solo cuenta sus últimos cuatro encuentros por derrotas, sino que además empieza a acostumbrarse a caer por paliza.

El Ford Burgos se impuso con todo merecimiento en el polideportivo Anaitasuna, simplemente a base de mostrar una solidez de la que careció por completo el cuadro iruindarra. El conjunto castellano se fue en cabeza ya en el primer cuarto, llegando al final del primer parcial con 16-22 a su favor. De la mano de Douglass, con la colaboración de compañeros como Cabanas o el sempiterno Starosta, los de Ángel González Jareño se llegaron a acercar a tres puntos, 25-28. Pero hasta ahí llegó la reacción navarra, porque lo siguiente de lo que se dieron cuenta los iruindarras es que al descanso caían por nueve puntos: 30-39. Difícil situación, pero en perspectiva, lo peor aún estaba lejos de venir.

Parcial de 0-20

La defensa del Ford Burgos aumentó su nivel, y ante ese cambio de ritmo en la retaguardia, Planasa Navarra no tuvo respuesta. Basta ver el número de pérdidas locales, 20, y el de robos de los visitantes, 13.

La renta del Ford Burgos empezó a subir como la espuma, llegando al último período con 20 puntos de diferencia: 39-59, después de un parcial de 0-9, que pasó a ser un 0-20. Hasta que Iñaki Sanz lograra desatascar el luminoso con un «dos más uno», Planasa Navarra caía por un humillante 39-70.

Nada había que hacer. Hasta los hinchas visitantes consolaban a unos entregados navarros.