Una vez más, ayer quedó demostrada la solidaridad hacia los quince jóvenes de Donostialdea condenados por la Audiencia Nacional española a seis años de cárcel por pertenecer a Segi, ya que varios cientos de personas participaron en la manifestación convocada por el movimiento Eleak en la capital guipuzcoana. La marcha partió hacia las 17.15 desde el Boulevard bajo el lema «En defensa de los derechos civiles y políticos. Juventud vasca libre y legal» en una pancarta en euskara que portaban los procesados.

Junto a los encausados caminaron el alcalde de la capital, Juan Karlos Izagirre; el presidente de Sortu, Hasier Harraiz; la parlamentaria de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia; el representante de Alternatiba Xabi Soto; y el representante de la izquierda abertzale Joseba Álvarez.

En el transcurso de la marcha se escucharon gritos como «Ez gaituzte geldituko» (No nos pararán) o «Euskal gazteria aurrera» (La juventud vasca adelante), aunque fue al finalizar el recorrido cuando los quince procesados se dirigieron a los asistentes para agradecer el apoyo y lanzar un mensaje «breve pero claro». «Es el momento de dar nuevos pasos en la construcción del muro popular porque, si queremos solucionar el conflicto político de nuestro pueblo, no podemos permitir que nadie más sea encarcelado».

Así, consideraron que ha llegado el momento de avanzar en el camino del apoyo popular y la desobediencia, y afirmaron que ellos están dispuestos a darlos, aportando para ello lo que esté en sus manos. De igual manera, llamaron a que todos y todas aporten desde su ámbito, ya que el compromiso colectivo es «imprescindible».

«Hoy no termina nada»

El pasado 13 de febrero el Tribunal Supremo celebró una vista para revisar la pena de seis años que la AN les impuso a estos quince jóvenes, quienes deberán ingresar en prisión en caso de que la sentencia sea confirmada.

En este contexto, los procesados recordaron ante la multitud que «hoy [por ayer] no termina nada. Hemos dado un paso más en la defensa de los derechos civiles y políticos, todos juntos, pero debemos lanzar este mensaje en casa, en el trabajo, en el vecindario...».

También tomaron la palabra desde Eleak. Criticaron la actitud del gobierno español, al considerar que impide avanzar en el camino. «En teoría, los derechos civiles y políticos están garantizados -declararon- y, sin embargo, son las mismas leyes de excepción del Estado las que evitan que sean respetados».