Kenyatta, acusado por la CPI, gana las elecciones en Kenia y Odinga anuncia impugnación
Uhuru Kenyatta, imputado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad, es el vencedor oficial de las elecciones presidenciales de Kenia, un resultado que su máximo rival, Raila Odinga, dijo no reconocer y anunció que impugnará.GARA |
El viceprimer ministro de Kenia, Uhuru Kenyatta, acusado de crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI) en relación a la ola de violencia que estalló tras las elecciones presidenciales de hace cinco años, fue declarado oficialmente presidente electo tras vencer en los comicios del pasado lunes con el 50,07% de los votos. Su principal rival, el primer ministro saliente, Raila Odinga, que obtuvo el 43,3% de los votos, dijo no reconocer el resultado y anunció su impugnación ante el Tribunal Supremo.
Hijo de Jomo Kenyatta, el primer presidente de Kenia (1964-1978), Uhuru Kenyatta superó en cerca de 8.400 votos la barrera requerida para alzarse con el triunfo en la primera vuelta de los comicios, que registraron una participación récord del 85,9%.
Kenyatta se convertirá en el cuarto jefe de Estado en una ceremonia de investidura que, salvo imprevistos legales, tendrá lugar el 26 de marzo.
Odinga denunció una «ilegalidad rampante» durante unos comicios que tildó de «corruptos», así como una «manipulación masiva del censo». No obstante llamó a sus partidarios a la calma para evitar la repetición de la ola de violencia sin precedentes que siguió a la reelección del presidente Mwai Kibaki en diciembre de 2007, porque «ahora la violencia podría destruir este país para siempre».
El primer ministro fracasó por segunda vez consecutiva en su intento de alcanzar la Presidencia, ya que en las polémicas elecciones de diciembre de 2007 tampoco vio colmado su deseo.
En aquella ocasión, Kibaki, ganó por un puñado de votos, aunque Odinga le acusó de fraude y sus seguidores -muchos de la tribu lúo, como él- provocaron una ola de violencia replicada por partidarios de Kibaki, de la tribu kikuyu.
Más de un lustro después, Kenyatta -también kikuyu- triunfó en las urnas pese a estar acusado por la CPI -junto a su candidato a vicepresidente, William Ruto- de instigar crímenes contra la humanidad durante la ola de violencia de 2007-2008, que causó unos 1.300 muertos.
A tenor de su holgada victoria, esa circunstancia no ha desalentado al electorado, aunque está por ver cómo compatibilizará su responsabilidad del Gobierno con el juicio de la CPI, cuya apertura se ha fijado para el 9 de julio.
Ayer a la nació, el presidente electo aseguró que cooperará con los organismos internacionales. «Reconocemos y aceptamos nuestras obligaciones internacionales y cooperaremos con las instituciones internacionales», dijo Kenyatta. Sin embargo, apostilló, «también esperamos que la comunidad internacional respete la voluntad soberana del pueblo de Kenia».
La Policía fue desplegada en varios suburbios de Nairobi habitados en su mayor parte por seguidores de Odinga, pero en contra de lo ocurrido hace cinco años el día finalizó sin que se registraran disturbios tras el anuncio de la victoria de Kenyatta.
La Unión Europea y Estados Unidos felicitaron a los keniatas por su voto pacífico y llamaron ambas partes a que diriman sus desacuerdos en calma y según los procedimientos previstos en la Constitución.