El grupo islamista nigeriano Ansaru anunció ayer haber matado a siete extranjeros secuestrados en el norte de Nigeria, tres semanas después de la captura de dos libaneses, dos sirios, un griego, italiano y un británico contratados por la constructora libanesa Setraco para la realización de una obra pública, según el servicio de Inteligencia SITE.

«En el comunicado, el grupo declaró que a consecuencia de las acciones lanzadas por los gobiernos británico y nigeriano para liberar a los rehenes, y a las detenciones y abusos que cometieron contra ellos, se vieron empujados a ejecutar» a los rehenes, informó el SITE.

La empresa no confirmó la información.

Los siete rehenes fueron capturados en el pueblo de Jama, en el estado de Bauchi (norte), el pasado 16 de febrero, en respuesta, según dijo Ansaru en su reivindicación de la acción, a las «transgresiones y atrocidades cometidas contra la religión de Alá (...) por los países europeos en varios lugares del mundo, como Afganistán y Malí».

Por otro lado, la Fuerza de Acción Conjunta del Ejército de Nigeria informó ayer de la muerte de 52 supuestos miembros de la secta radical islámica Boko Haram, diez de ellos «jefes terroristas», en varias operaciones lanzadas los últimos diez días en el estado nororiental de Borno. En esas mismas acciones se detuvo, según el Ejército, a un total de 70 supuestos integrantes de Boko Haram.