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LIGA ACB ENDESA Primera victoria de Lagun Aro GBC en la cancha del Fuenlabrada

Gipuzkoa Basket se aferra a vivir por la cooperación

Woods cuajó su mejor partido con 22 puntos, pero también Paunic, Finley o Salgado rayaron a gran nivel.

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FUENLABRADA 72
LAGUN ARO GBC 86

Arnaitz GORRITI

Libertad. Igualdad. Fraternidad. Solidaridad. Conceptos de puros ideales muchas veces perdidos en la noche de los tiempos. Gracias a esos valores, Gipuzkoa Basket ve la luz al final del túnel. El trabajo cooperativo llevó a los de Sito Alonso a imponerse al Fuenlabrada en el Fernando Martín, cancha históricamente maldita para la escuadra guipuzcoana, para situarse a un triunfo de la salvación.

Más aún, los donostiarras lograron incluso remontar el basket average, recuperándose de la derrota por 75-86 de la primera vuelta. En aquel partido, Sito Alonso achacaba que los suyos solo se ponían «a veces» a la tarea de hacer lo que hiciese falta para ganar, mientras que ayer ese «lo que hiciese falta» se prolongó durante los 40 minutos, como si de una carrera de relevos se tratase, pasándose todos el testigo cada vez.

Al más puro estilo de un relevo de 4x400 metros, muchos fueron los nombres propios que se fajaron en unos cuartos largos, en los que ocurrió de todo, y todo a favor de un baloncesto rico y ofensivo. Hubo quien flaqueó en la recta final por apretar antes de tiempo, hubo quien remontó en los últimos metros, mientras que las entregas de los testigos hacían emerger figuras de toda clase y condición, gracias sobre todo al tino en los triples y en las buenas decisiones cuando se decidió jugar con balones cerca de la canasta.

El mejor día de Qyntel Woods

Qyntel Woods jugó su mejor partido desde que llegara a Donostia, erigiéndose en el primer gran relevista de la victoria donostiarra. Y también el último, con un par de canastas clave en el último cuarto. Con 22 puntos, seis rebotes, dos robos y una asistencia, fue el referente anotador de los primeros minutos, «cebado» por Raulzinho Neto, muy inteligente a la hora de ver que su compañero veía el aro fuenlabreño como una piscina olímpica.

Pero el Fernando Martín tiene una atmósfera muy peculiar, y raro es el día en el que los locales se rinden sin pelear. Y además, como bien dice el refrán, no hay peor cuña que de la propia madera, de modo que los guipuzcoanos se encontraron con la férrea resistencia de Jon Kortaberria. El donostiarra, flamante capitán de los de Trifón Poch, engrasó su mano y clavó sus cuatro triples sin fallo, manteniendo a los locales en pleno fragor de una pelea entre tiradores, aunque dos canastas de Doblas llevaban el resultado a un 18-21 al final del primer cuarto.

A partir de ahí, durante 20 minutos hubo una igualdad total. Gipuzkoa Basket seguía mandando sobre la pista, pasando el testigo anotador ora a Paunic, ora a Morris Finley. En esta enloquecida carrera de relevos, el Fuenlabrada hallaba sus «replicantes» en un irregular Feldeine y sobre todo Leo Mainoldi. En otro partido digno de dos equipos que no merecen perder la categoría, el último cuarto empezaba con una ligerísima ventaja para los de Sito Alonso: 60-62, después de llegar 42-43 al descanso largo.

Salgado guiando al pueblo

Y en estas emergió Javi Salgado. No solo con un triple desde más de ocho metros y su conexión con Ibekwe en el pick'n roll. El de Santutxu dio el aire que precisaban Neto, Woods y Finley, liderando un parcial de 3-14, poniendo el marcador en 63-77.

Fuenlabrada aguantó el tirón y se arrimó hasta intentar salvar el average. Pero un error en el tiro libre de Kortaberria y algún fallo más, cinco puntos clave de Woods y un triple de Finley tras asistencia de Neto, la cooperativa donostiarra salió adelante.

 

 

«Desde que somos un grupo, sabemos lo que queremos»

La mentalidad. He ahí el gran cambio de Lagun Aro GBC en opinión de Sito Alonso para llevar a cabo esta reacción. Por encima del acierto, o de la defensa del bloqueo directo o las jugadas para los lanzadores Feldeine y Valters, el de Monzón destacó la «mentalidad» de los suyos.

«Desde que somos un grupo, sabemos lo que queremos, y no nos puede la ansiedad, vayamos arriba o abajo en el marcador. Nuestro primer objetivo era competir, el segundo ganar, y además conquistamos el average. Pero aún quedan muchas jornadas, y a la que nos relajemos, nos costará un disgusto», subrayó.    A. G.

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