El ensayo militar de EEUU eleva la tensión en la península coreana
Las tropas surcoreanas comenzaron ayer sus maniobras anuales conjuntas con su aliado estadounidense, elevando un grado más la tensión con Corea del Norte, que ha rechazado estas acciones y amenaza con un ataque nuclear. Pyongyang cortó ayer su «teléfono rojo» de comunicación con urgencia con Seúl y dio por anulados los acuerdos del armisticio de 1953 que puso fin a la guerra entre el Norte y el Sur.
GARA | SEÚL
Corea del Sur y Estados Unidos -que cuentan con 28.500 soldados en el sur de la península coreana- comenzaron ayer dos semanas de maniobras bautizadas como «Key Resolve», un simulacro de guerra sin fuego real, pero que cada año moviliza a 10.000 soldados surcoreanos y 3.500 estadounidenses.
También como cada año, Corea del Norte condenó estos ejercicios que compara con la invasión del Norte por el Sur ayudado por Washington.
Pero los de este año llegan después de una semana en la que ya era elevada la tensión entre las dos coreas: Pyongyang amenazó la semana pasada con dar por roto el armisticio que puso fin a la guerra de Corea en 1953, y la posibilidad de «una guerra termonuclear» y advirtió a EEUU que se expone a un «ataque nuclear preventivo».
La amenaza cuenta con el precedente del lanzamiento en diciembre de un cohete al espacio, que Seúl y EEUU consideran como una prueba de un misil balístico, al que siguió un tercer ensayo nuclear en febrero y nuevas sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado viernes.
Roto el acuerdo de no agresión
Precisamente, tras esta votación, el régimen de norcoreano anunció que consideraba nulos y sin valor «todos los acuerdos de no agresión ente el Norte y el Sur». El «Rodong Sinmun», diario del Partido Comunista norcoreano, anunció en su edición de ayer «el fin completo» del acuerdo de armisticio. «Con el armisticio que ha estallado, nadie puede prever qué pasará en este territorio a partir de ahora», advirtió el diario. Hasta ahora, el acuerdo se ha mantenido en todas las crisis, incluso cuando en 2010 el Norte bombardeó la isla de Yeonpyeong o tras los enfrentamientos navales que provocaron varios muertos.
El Ministerio surcoreano de Unificación -encargado de las relaciones entre los dos vecinos- anunció ayer que el Norte parecía haber puesto en marcha una de sus amenazas, la suspensión del teléfono rojo entre Pyongyang y Seúl, nexo de comunicación en caso de urgencia. Esta línea, instalada en 1971, ha sido suspendida en cinco ocasiones anteriores por el Norte, la última de ellas en 2010. Las dos partes la utilizan habitualmente dos veces al día, pero «el Norte no ha respondido esta mañana», indicó un portavoz del Ministerio.
Movimientos militares
Las amenazas y demostraciones de fuerza son habituales en ambas partes de la línea de separación desde el fin de la guerra, hace sesenta años, pero algunos observadores creen que la situación es ahora tan tensa que el mínimo incidente podría tener consecuencias graves.
Según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, el Norte prepara maniobras militares esta semana y señaló de que «vigila de cerca» cualquier movimiento de su vecino. Los cuarteles situados en las islas norcoreanas próximas a la frontera marítima -que Pyongyang no reconoce- han situado sus cañones en posición de ataque, según responsables del Ministerio.
El Ejército «está dispuesto a llevar a cabo una guerra total», advirtió el viernes el dirigente norcoreano, Kim Jong-Un, mientras la presidenta surcoreana, Geun-Hye, que asumió el cargo hace dos semanas afirmó que la situación es «muy grave y prometió responder «firmemente» a cualquier provocación del Norte.
Ayer reunió a su gabinete por primera vez desde el comienzo oficial de su mandato, aunque aún quedan varios puestos por decidir, entre ellos el de ministro de Defensa.
Por oto lado, Seúl ha abierto una investigación por informaciones de prensa que afirman que varios militares de alto rango dedicaron el fin de semana a jugar al golf pese a esta escalada de la tensión.
Estados Unidos ha decidido imponer sanciones contra el Banco de Comercio Exterior norcoreano, la principal institución de gestión comercial en el extranjero del régimen de Pyongyang, para intentar cortar la entrada de divisas que Washington afirma que utiliza para su programa nuclear
La nueva presidenta de Corea del Sur, Park Geun-Hye, será recibida en mayo por su homólogo estadounidense, Barack Obama, en la Casa Blanca, según anunció el consejero de seguridad nacional de Obama, Tom Donilon.
El Gobierno chino pidió ayer a las dos Coreas que «mantengan el control y se abstengan de tomar acciones que puedan suponer una escalada de la situación». La actual situación es «altamente sensible y compleja», dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, que instó a resolver la situación a través del diálogo y reiniciar las conversaciones a seis bandas (entre las dos Coreas, EEUU, China, Rusia y Japón) para la desnuclearización de la península, «una plataforma efectiva para lograr la paz y estabilidad en el este de Asia». «China hará incesantes esfuerzos junto a todas las partes para lograr ese fin», subrayó Hua. GARA