El Parlamento húngaro aprueba la polémica reforma de la Constitución
GARA | BUDAPEST
El Parlamento húngaro, controlado por el partido Fidesz de Viktor Orban, aprobó ayer otra reforma de la Constitución -la cuarta en 14 meses en vigor-, que despoja de sus principales competencias al Tribunal Constitucional. Pese a las presiones de Europa y Estados Unidos, la controvertida enmienda pasó sin problemas por el Parlamento, donde Fidesz cuenta con una mayoría de dos tercios. Recibió 265 votos frente a 11 votos en contra y 35 abstenciones. Los socialistas del MSZP, el mayor partido de la oposición, boicotearon la votación ausentándose, porque «incluso la apariencia de constitucionalidad será suprimida si la mayoría gubernamental adopta la reforma».
Las modificaciones anulan varias disposiciones aprobadas por el Tribunal y le impiden pronunciarse sobre el fondo de las mismas. El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso y el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, mostraron su preocupación porque la reforma puede vulnerar «el principio de primacía de derecho, el derecho de la UE y las normas del Consejo de Europa». Organizaciones sociales y políticas húngaras reclaman al presidente, Janos Ader, que se niegue a firmarla y evitar así su entrada en vigor.