Reixa arremete contra una trama de intermediarios y editores musicales
Firmado por Antón Reixa, el último comunicado de la SGAE se ha extendido como un auténtico reguero de pólvora. En este texto, el director de la sociedad de autores aborda y señala directamente hacia una singular práctica musical y empresarial que retoma aquellos modelos, cuanto menos fraudulentas, que se vivieron en el pasado.
Koldo LANDALUZE | DONOSTIA
El último comunicado firmado por el presidente de la SGAE, Antón Reixa, no ha pasado desapercibido. Hecho público el pasado 13 de marzo y bajo el título de «¡Viva la música!», Reixa inicia esta auténtica andanada en los siguientes términos: «En tiempos anteriores al año 80 del siglo pasado, los órganos de gobierno de la SGAE estaban esencialmente controlados por un inefable colectivo de presuntos creadores conocido por el no menos exótico apelativo de los `tupamaros'. Gran parte de ellos eran militares músicos que combinaban la milicia con su trabajo en orquestas de baile y verbena».
Párrafo a párrafo, el extenso comunicado revela una práctica sospechosamente corrupta que todavía hoy pervive en la sombra de la jungla musical, «si se revisa la lista de compositores -prosigue la nota- con mejores ingresos del año pasado, se tiene que pasar antes por una creciente nómina de autores (reales o presuntos) con nombres absolutamente desconocidos para el gran público». El texto avanza en su declaración de principios y señala directamente a quienes lideran ese listado de «bien pagados» o «nuevos tupamaros»: «Las editoriales dependientes de las cadenas de televisión, salvo contadas excepciones, solo firman contratos con autores dispuestos a ceder el 50% de los derechos. Incluso, y aún peor, la producción de la mayor parte de la música que emiten es financiada por el 50% autoral, ya que las televisiones propician o, por lo menos, toleran (o simplemente se inhiben en el asunto) la intervención de una serie de intermediarios que pagan esa producción pactando cesiones de coautoría con los creadores reales. Es decir, el mundo al revés: los autores financiando a los editores. Y son esos intermediarios (¿autores? ¿productores?) los que encabezan el ránking de compositores con mayor recaudación de SGAE con cantidades que restan ingresos al resto».
Se sienten aludidos
Al parecer, este comunicado no ha pasado desapercibido y quienes se han sentido aludidos han redactado una demanda conjunta contra Reixa firmada por cien autores musicales de televisión. Estos aludidos han sustentado su comunicado en una singular premisa que, a simple vista, no quita la razón a Reixa porque se escuda en el manido recurso de «la libre competencia». «El Presidente de la SGAE -señalan en su respuesta los aludidos-, al margen de atentar contra la libertad de mercado, escudándose en un supuesto establecimiento, unilateral, de buenas prácticas (consensuado, a veces, gracias a una rebaja sustancial de las tarifas) lanza amenazas a parte de sus socios (expedientes disciplinarios) y a las televisiones que habrán de someterse a su `código de buenas prácticas'». Dos cadenas señaladas por la SGAE -Antena 3 y Tele 5-, por el momento han emitido una respuesta a este escrito.