TERCERA DERROTA CONSECUTIVA
Autoinmolación en momentos clave
Los rojillos se dejaron encajar dos goles al final del primer tiempo y al comienzo del segundo, que dieron paso a uno de los peores encuentros de los de Mendilibar en casa. La escuadra navarra solo se libró del suspenso en la primera media hora, en la que jugó algo.
OSASUNA 0
AT. MADRID 2
Natxo MATXIN
Osasuna se autoinmoló en los instantes trascendentales de un partido en el que los de Mendilibar solo firmaron el aprobado durante la primera media hora. A partir de ahí, errores que costaron los tres puntos y goles encajados que sentaron como una losa a los navarros. Ni siquiera fueron capaces de armar un atisbo de reacción, solo por ofrecérsela a la grada más poblada de la actual temporada.
De entrada, precaución. Fue la máxima que transmitieron ambos técnicos a sus pupilos. Y estos obedecieron a rajatabla. Hasta el punto que el choque, de cara al espectador, se convirtió en una soberana castaña que fue incrementando ese calificativo a medida que avanzaba el encuentro. Todo estaba destinado a buscar el fallo del rival, como después se demostraría.
Al menos, los anfitriones destacaron por buscar más el césped de El Sadar con un tridente jugón -Armenteros, De las Cuevas y Masoud, este último como falso delantero centro- de medio campo hacia arriba, porque el Atlético, nada de nada, una imagen poco acorde para una escuadra que, hasta hace poco, era segunda en la tabla.
De ese mejor trato de pelota de los de Mendilibar llegó alguna que otra ocasión para que la grada, al menos, entonase el «uuuy», casi todas ellas de lances aéreos, aunque paradójicamente ayer el once rojillo no dispusiese de hombres de buena envergadura en ataque.
Oier fue el que más intranquilizó a la zaga colchonera, con un cabezazo en el minuto 5 y otro en el 38, amén de un toquecito con el pie en el primer palo a la salida de un corner. Courtois estuvo muy bien al quite, impidiendo que su portería fuese perforada cuando sus defensas fueron superados. Masoud, con una falta al borde del área (m.8) y otro testarazo (m.39), fue quien mejor colaboró con el lizartarra en la empresa de provocar ponerse por delante en el marcador.
Los méritos del conjunto madrileño se redujeron a una colada por la derecha de Arda Turan (m.4), pero en cuanto dispusieron de una salida con claridad mataron a los locales. Una pérdida de balón que pilló muy adelantados a los pivotes, un centro medido a Koke, al que le habilitó la situación más retrasada de Marc Bertrán, para demostrar por qué es el máximo asistente de su equipo. La descolocación del catalán permitió, además, la entrada de Diego Costa libre de marca y el brasileño aún tuvo suerte de que el despeje de Andrés Fernández le cayese a la cabeza.
La puntilla
El círculo de despropósitos terminó por cerrarse cuando, a balón parado, Osasuna no defendió como debe un equipo que se está jugando la vida. El esférico botó en la línea de gol sin que lo sacase el primer bloque defensivo rojillo ni Damià estuviese más contundente en la entrada del bigoleador Diego Costa, quien mantuvo el idilio con el estadio iruindarra.
El 0-2 mató el choque y a la escuadra encarnada, que deambuló sin criterio sobre el verde. Careciendo de profundidad por bandas, facilitando con malos centros la cómoda labor de la zaga madrileña y volviendo a demostrar lo desviado que tienen el punto de mira. Una segunda parte para olvidar y oscurecer los dos buenos partidos anteriores en cuanto a juego.
Estaban advertidos los rojillos de que el Atlético iba a jugar como un conjunto pequeño en El Sadar, pero aun así se llevó los tres puntos. «Los últimos años contra el Atlético no somos capaces de sacar los partidos adelante porque nos cuesta hacer que ellos no jueguen a lo que quieren», resumió Mendilibar.
Dos errores en otras tantas jugadas bastaron para cosechar la tercera derrota consecutiva. «Salimos al fuera de juego en una jugada que nos da tiempo a defender y cometemos el primer error. En la segunda creo que no ha sido falta de Miguel Flaño, pero no tenía que haber pasado el balón por donde lo ha hecho. Son jugadas que no debemos hacer y, si el rival es bueno, pues las aprovecha. Todo lo que cuentes después ya no vale para nada porque, además, es lo que quería el Atlético», analizó.
Por extraer algo positivo, Mendilibar destacó que en el primer tiempo «jugamos tanto o más que ellos, hemos tenido la virtud de llegar, pero hay que rematar bien y hacer gol». En este apartado, Oier fue el que más lo intentó y «al que no se le puede reprochar nada, aunque sería importante tener variedad en la zona de remate porque jugadores como Masoud o De las Cuevas es difícil que marquen si están tan alejados de dicha posición».
En el lado de la balanza de los ganadores, Cholo Simeone resaltó de su equipo «lo concentrado que estuvo, demostró regularidad, equilibrio y ser competitivo. No era un partido simple y había que saber jugarlo, los míos lo interpretaron desde el primer minuto. Aprovechamos nuestras ocasiones y en la segunda parte pudimos marcar más goles si hubiésemos estado más acertados».
Quien acertó fue Diego Costa, fiel a su cita con El Sadar, de quien el técnico argentino admitió que «está en un buen momento, pero debe seguir creciendo. Hoy (por ayer) le hemos hecho jugar escorado a la izquierda para aprovechar su fuerza». N.M.
La plantilla osasunista tendrá descanso hoy y se ejercitará de martes a viernes, inclusive, en una semana atípica por el parón liguero. Aunque todavía está por confirmar, se está trabajando en la posibilidad de organizar un amistoso para el viernes, previo al fin de semana, en el que los rojillos también dispondrán de fiesta.
José Luis Mendilibar confirmó que hoy estará en la reunión convocada por Victoria Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros, en Madrid y en la que no estarán los colegiados. «Seguro que no arreglamos el fútbol -manifestó pesimista el zaldibartarra-, pero hay que hablar de muchas cosas, como manos, fueras de juego, penaltis y tarjetas, para unificar criterios».
