JOVENTUT 89

CAJA LABORAL BASKONIA 79

Arnaitz GORRITI

El aficionado suele indignarse cada vez que su equipo pierde, pero los baskonistas tienen todo su derecho a enojarse por la derrota, y sobre todo por la imagen ofrecida ayer en el Palau Olímpic de Badalona. Los de Zan Tabak no solo perdieron con todo merecimiento, sino que el Joventut, con un Oliver excelso y unos minutos interesantes de los jóvenes Guillem Vives -base de 1993- y Alex Suárez -ala-pívot de 1993-, le sacó los colores a la escuadra gasteiztarra.

Le sacó los colores sobre todo en el segundo cuarto, en el que le endosó un parcial de 33-14 del que no se recuperaría el Baskonia. Ya Pleiss y Lampe empezaban su show en el primer período al cargarse de faltas, aunque por aquel entonces aún se daba el pego con los puntos de Causeur. Una vez en el segundo asalto, los de Tabak se empeñaron en hacerlo todo mal, mientras que Suárez presentaba sus credenciales. Por contra, Heurtel veía una absurda técnica por tocar el balón tras una canasta y el encuentro se iba al descanso con un preocupante 53-39.

Pero se supone que el Baskonia es grande y puede remontar ante un Joventut de saldo. Se supone, pero ayer no pasó. Pese a perder a los veteranos Trías y Savané por faltas, la irrupción de Oliver y los buenos minutos de Vives servían para que los badaloneses no solo mantuvieran la renta, sino que la ampliaran. Zan Tabak, ganándose una técnica por no cerrar la boca, también puso su granito de arena en ese empeño.

A partir del 80-60, a la Penya le entró el pánico y a Nocioni, San Emeterio y Nemanja Bjelica les dio por jugar. Pero el balón no quería entrar, Pleiss y Lampe se iban a la calle por faltas y Albert Oliver refrendaba el buen hacer de sus «ahijados» metiendo los 9 puntos finales de los verdinegros. Toca indignarse.