OLASO
Hotel
Iñaki Azkuna, alcalde de una ciudad que permitió el derribo de uno de los proyectos culturales más vitales de este país, Kukutza, parece que ahora quiere aprovechar el soterramiento de la estación de autobuses de Garellano para permitir la construcción de un hotel de quince pisos. Justo al lado de San Mamés Barria y a cinco minutos del Guggenheim, el negocio está servido. Y habrá quien se lo agradezca. Pero no serán los ciudadanos.