Diez años después, atentados, crisis política y corrupción reinan en Irak
Diez años después de la invasión de Irak, el país está gangrenado por la violencia, anegado por la corrupción y paralizado por una crisis política sectaria. El país árabe es desde entonces escenario de una destrucción masiva. Y quien la llevó allí no fue otro que EEUU y sus aliados.
GARA | BAGDAD
Horas antes de que se cumpliera, de madrugada, el décimo aniversario del inicio de los bombardeos sobre Bagdad que dieron inicio a la invasión, 17 coches bomba contra la mayoritaria comunidad chií de Irak dejaron un saldo provisional de medio centenar de muertos y 172 heridos en la capital. El balance, el más sangriento desde el 9 de setiembre, pudo ser mayor si creemos al Gobierno, que aseguró haber detenido a 26 activistas con explosivos dispuestos a actuar.
Todo apunta a la autoría de la sección iraquí de Al Qaeda, que ha redoblado su ofensiva en los últimos días (solo la semana pasada murieron 87 personas), que incluyó un asalto al Ministerio de Justicia en Bagdad.
Al drama securitario se une una crisis política que se recrudece cada día que pasa. El Gobierno del primer ministro (chií) Nuri al-Maliki ha retrasado «un máximo de seis meses» las eleciones provinciales en las mayoritariamente suníes circunscripciones de Al-Anbar (oeste) y Nínive (norte). La población suní (20%) lleva a cabo protestas multitudinarias todos los viernes por lo que consideran marginación sectaria. Ambas provincias han sido escenario estos días de atentados contra políticos. Varios ministros han dimitido en solidaridad con los suníes y otros boicotean las sesiones del Gobierno de unidad. Por si esto fuera poco, ayer se unieron al boicot los cinco ministros del movimiento chií al-Sadr, que representa a la población chií más desfavorecida de los suburbios de la capital y del sur del país.
Irak está en el puesto 169 que mide la corrupción en el mundo (de un total de 176 estados). Con este panorama, el presidente de EEUU, Barack Obama, recordó el «sacrificio» de sus soldados obviando a las víctimas iraquíes y a la invasión. Una invasión para «llevar la democracia y la paz» a Irak, en palabras de Bush. Diez años y todavía se les espera.