Los problemas generados por Bruselas para aprobar las condiciones del rescate de Chipre, en el que se incluye la confiscación de una parte de los depósitos bancarios, han acabado con la resistencia de los inversores. Así, el Ibex recibía ayer un varapalo contundente por la falta de claridad en ese programa de rescate y el miedo a que, finalmente, se produzca un contagio efectivo a pesar de la escasa relevancia de Chipre en la economía europea. Por otro lado, la deuda del Estado español sigue encontrando demanda suficiente y, además, como sucedía ayer con las letras de tres y seis meses, se coloca a intereses cada vez más bajos. Por tanto, los inversores optaron por vender acciones a la espera de la solución final de los polémicos procesos de negociaciones en Bruselas y Nicosia. El Ibex, el peor, se despeñó un 2,20%, hasta los 8.321 puntos. En París (-1,30%), Fráncfort (-0,79%) y Londres (-0,26%) las bajadas fueron más contenidas. Por valores del Ibex, solo terminaron en verde Viscofan, Amadeus, Red Eléctrica y Acciona, aunque con subidas inferiores al 1% en todos los casos. Del resto, las pérdidas más abultadas correspondieron a Popular (-6,01%), Caixabank (-5,87%), Sacyr (-5,71%) y Sabadell (-5,16%). Dentro del grupo de los pesos pesados, despuntaron los correctivos recibidos por BBVA (-4,78%) y Santander (-3,64%). En París, también se castigaba con dureza a los bancos. Crédit Agricole se hundía un 5,66%, BNP Paribas, un 4,20%, y Société Générale, un 3,92%. Por su parte, ST Microelectronics (+1,26%), que deshace su empresa conjunta con Ericsson, lideró a los tres ganadores.