Barcina descarta unas elecciones pese a la fractura de su partido y la falta de apoyos
La presidenta navarra, Yolanda Barcina, se niega convocar elecciones porque entiende que «no son buenas para Navarra». Aun así, la petición de dimisión del PSN le coloca contra las cuerdas y el mutismo en el que se ha encerrado Alberto Catalán deja en evidencia que UPN sigue sumido en su crisis interna. Por su parte, Carlos García Adanero entrará en la Ejecutiva.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Yolanda Barcina se resiste a convocar elecciones, pese a que ha salido muy dañada del enfrentamiento con Alberto Catalán. La presidenta navarra sacó ayer su lado más agresivo, negando que el Parlamento sea la sede de «la soberanía popular» y enfrentándose al PSN, que ha reiterado que quiere su dimisión. A su juicio, las elecciones «no son buenas para Navarra».
Barcina logró ayer una pequeña victoria, al conseguir que Carlos García Adanero acepte el asiento que le ofreció en la Ejecutiva. Sin embargo, García Adanero no tenía otra alternativa, dado que dejar de asistir a las reuniones de la Ejecutiva le invalidaría para continuar como portavoz de UPN en el Parlamento. Por lógica, García Adanero no podría continuar siendo la voz de un partido cuando no conoce las decisiones del mismo.
Muy distinta es la situación de Catalán, que tiene las manos más libres y se reivindicó ayer en una entrevista como el líder de una corriente que ha sido barrida del partido, pero a la que apoyan la mitad de los militantes. El corellano, por ahora, no parece dispuesto a aceptar el asiento sin voto que le ofrece la presidenta, lo que evidencia que la división se mantiene en UPN y, en consecuencia, Barcina sigue débil.
La única salida que queda pasa por el PSN. Barcina se agarra a que Alfredo Pérez Rubalcaba dijo en Iruñea que el PSOE está por la estabilidad de las instituciones de Nafarroa. Sin embargo, Barcina quiere un acuerdo y, además, público. «Vamos a esforzarnos, yo la primera, en conseguir acuerdos que den estabilidad a nuestra comunidad», aseguró ayer.
En este sentido, Barcina recordó que UPN ha votado a favor de una iniciativa por el empleo que lanzó el PSN. Este gesto, sin embargo, no ha tenido contestación y ayer volvió a haber un enfrentamiento dialéctico entre la presidenta y Samuel Caro.
El alcalde de Egues, José Anastasio Andía, fue sustituido ayer por Alfonso Etxeberria (de NaBai, la segunda lista más votada). La moción de censura prosperó con los votos de PSN, Bildu, NaBai e I-E. Por su parte, UPN y el PP votaron a sus propios candidatos. Egues, quinto ayuntamiento de Nafarroa por habitantes, abre camino a una alianza de fuerzas que, de trasladarse al Parlamento, podría derrocar a Barcina. El detonante de este acuerdo han sido los numerosos casos de corrupción que se están investigando en tribunales con Andía como protagonista. El más llamativo es la compra de preferentes de la caja en la que trabajaba con fondos públicos. A.I.
