Plan de la Unión Europea
El Parlamento de Chipre rechaza el rescate propuesto por Bruselas
El Parlamento de Chipre rechazó ayer por abrumadora mayoría -36 votos en contra y 19 abstenciones- la propuesta de rescate acordada por los prestamistas internacionales y respaldada por el presidente del país, Nikos Anastasiadis. «Lo que se abre ahora es un turbulento panorama que hará ingobernable la gestión de cualquier crisis que se dé en el seno de la eurozona», aseguró el economista Alberto Montero.
Antonio CUESTA | ATENAS
Ningún grupo político dio su apoyo a las condiciones impuestas por Bruselas a la hora de conceder el préstamo financiero a Nicosia. Todos los partidos de la oposición, a los que se sumó el socio menor del gobierno de coalición (Diko), votaron en contra, mientras que el partido de gobierno (Disy) se abstuvo. La Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario internacional (FMI) decidieron el pasado sábado conceder a Chipre 10 mil millones de euros a cambio de que la isla contribuyera por su parte con 5,8 mil millones.
Sin ingresos fiscales ni acceso a los mercados, Bruselas consideró que la única forma de garantizar esa aportación era gravando con un impuesto especial los depósitos existentes en los bancos chipriotas. Para lo cual propuso cobrar un 6,75% a los depósitos inferiores a 100 mil euros y un 9,9% para los que superaran esa cantidad, añadiendo con posterioridad una exención para los de menos de 20 mil euros.
A lo largo del día de ayer se vio claro que el proyecto de ley sería rechazado por el Parlamento, algo que llegó a corroborar el mismo presidente cuando dijo a la prensa que los diputados «piensan y sienten que es injusto y va en contra de los intereses de Chipre en general». Anastasiadis también aseguró tener sus «propios planes», y en la misma línea se expresó el ministro de Defensa, Fotis Fotiou, al revelar en la canal griego Skai la existencia de «un Plan B, que estamos examinando, pero que no se puede discutir públicamente». Nicosia se mostraba reacia a aceptar una medida que podría ahuyentar a los depositantes extranjeros, principalmente de Rusia, y socavaría el sector bancario del país.
Intercambio con Rusia
El rechazo al «corralito» bancario pone en duda la continuidad de Chipre en la eurozona, debido a sus acuciantes problemas para evitar el colapso financiero y la bancarrota del Estado.
Para Alberto Montero, presidente de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), «la única alternativa viable es acordar con Rusia un intercambio de capitales por gas, algo de lo que se habló el lunes». Gazprom podría prestar dinero al Gobierno de Nicosia, y este a su vez otorgar al gigante ruso de la energía la concesión de las reservas de gas existentes en el Mediterráneo, con las que pagarían el préstamo.
Esa podría ser la razón por la que el ministro de Finanzas de Chipre acordó a última hora de ayer presentar el miércoles en Moscú a su homólogo ruso un plan destinado a salvar el sector financiero del país. Al mismo tiempo está previsto que Anastasiadis se reúna con los líderes políticos para buscar una salida de consenso. Mientras tanto los bancos continuarán cerrados hasta mañana.
Pero Montero también advirtió sobre las nefastas consecuencias que pueda generar en adelante la decisión de Bruselas de penalizar los depósitos bancarios. A partir de ahora, explicó el economista, «cualquier referencia al rescate de un país provocará tal falta de confianza en el sistema financiero, que impulsará a los ciudadanos a tratar de recuperar su dinero, lo que contribuirá aún más al hundimiento de la economía».
«Soberanía limitada»
En cuanto al debate en el propio Parlamento chipriota, el tono encendido empezó con el mismo presidente de la Cámara, Yannakis Omirú, que habló de un «atraco a la propiedad privada, contra toda noción del Derecho». Según Omirú, la decisión del Eurogrupo ponía de manifiesto que los socios europeos se han pronunciado a favor de que Chipre vuelva «a ser un país de soberanía limitada, un estado neocolonialista».
El presidente del Parlamento y miembro del partido socialdemócrata EDEK pidió respaldar al presidente, Nikos Anastasiadis, en «todo esfuerzo por renegociar la decisión».
Al amplio rechazo parlamentario se sumó el centrista DIKO, que respalda a Anastasiadis, y que en un principio había manifestado su intención de respaldar el proyecto de ley.
Sin embargo, el fuerte rechazo popular y el revuelo político causado por este plan, acabó llevando al presidente de DIKO, Marios Karoyan, a sumarse al no.
«No permitiremos convertirnos en otra Grecia. No aceptamos ser los parias de Europa», dijo Karoyan, quien añadió que «frente a la Europa del chantaje nosotros insistimos en la Europa de la solidaridad».
El Banco Central Europeo (BCE) afirmó en un comunicado, tras confirmarse el rechazo, que «toma nota» de la decisión del Parlamento de Chipre y reafirmó su compromiso de «inyectar liquidez al país si lo necesita dentro de las reglas existentes».
El último borrador discutido contemplaba dejar exentos de tasa los depósitos inferiores a 20.000 euros y gravar con un 6,75% el tramo hasta los 100.000 euros y con un 9,9% los fondos que superen los 100.000 euros.
Los gobiernos español y portugués se esforzaron ayer en tratar de demostrar que el caso de Chipre y la inseguridad que viven los ahorradores de aquel país nada tiene que ver con sus respectivos casos en los que los depósitos estarían «garantizados».
El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, recalcó que la situación de Chipre es «especial y única» por la sobredimensión de su sistema bancario en relación a su tamaño, por lo que la decisión del Eurogrupo de poner en marcha un «corralito» para garantizar la devolución de las ayudas europeas también los es. Añadió que «los depositantes españoles deben estar tranquilos», ya que «los depósitos están más que garantizados».
Por su parte, el ministro de Finanzas de Portugal, Vítor Gaspar, excluyó una tasa a los ahorradores lusos e insistió en que la medida diseñada por el Eurogrupo para Chipre respondía a «necesidades específicas». «En Portugal, una medida como una contribución sobre los depósitos está totalmente descartada, lo mismo puede afirmarse para los países de fuera del euro», dijo Gaspar en un comparecencia parlamentaria. GARA