Veintiocho días después de la operación quirúrgica para extirparle un pliegue de su rodilla izquierda, el gran capitán Carlos Gurpegi se ha reincorporado al grupo y estará, seguro, a disposición de Marcelo Bielsa para enfrentarse al Granada. Su paso por el quirófano se produjo días después de su última y enésima lesión muscular en La Rosaleda, de la cual, confesó ayer el jugador de Andosilla, «el único culpable fui yo, porque le dije al entrenador que estaba bien, que podía contar conmigo», cuando lo cierto es que se precipitó. «En mi carrera me he perdido muchos partidos y cuando estoy lesionado tengo ansia por recuperarme pronto», justificó ese deseo por volver a jugar, que esta vez ha frenado, «me he dejado guiar por el servicio médico y no he intentado meter prisas ni estar antes de tiempo».

La realidad es que el parón liguero le ha venido bien a Marcelo Bielsa para recuperar a su mano derecha en el terreno de juego, al hombre y al jugador para el que siempre tiene un halago, para el que nunca pierde la ocasión de poner como faro para el resto. En aquella reveladora vídeoconferencia desde Argentina, cuando Josu Urrutia presentó en público a su candidato al banquillo, el técnico calificó al navarro como «ejemplo de actitud» y eso con las referencias que tenía desde la lejanía.

Desde su llegada a la banqueta de San Mamés, el de Rosario se ha desecho en elogios hacia el de Andosilla siempre que ha tenido ocasión. En noviembre de 2011, justo antes de tener que pasar por el quirófano tras romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda en Mestalla, Bielsa se refirió a su pérdida al asegurar que «con su baja perdemos en lo futbolístico porque es un jugador polivalente; en lo personal porque es un gran compañero de trabajo; y en lo anímico porque tiene un carácter tan fuerte que es él quien anima». El argentino se mostró entonces convencido de que «Dios premia a estos jugadores que se pierden uno o dos años de fútbol. Carlos va a jugar hasta los 40 años».

En octubre de 2012, en la previa ante el Sparta de Praga y al ser cuestionado por un periodista foráneo sobre la baja de Javi Martínez en la defensa, Bielsa replicó que «Martínez es un jugador muy importante para cualquier club en el que juegue, pero no puedo escudarme en su ausencia para justificar los resultados, porque el mejor jugador del equipo en rendimiento es Gurpegi. El que le reemplaza es el mejor del equipo».

En febrero pasado, Bielsa resaltó también que el capitán rojiblanco «siempre ha jugado en muy buen nivel. Contadas ocasiones no ha estado entre los mejores del equipo», para ensalzar que «humanamente es una referencia importantísima para cualquier grupo humano. Siempre su comportamiento está por encima de lo que uno imagina que puede ofrecer».

Ayer, el directamente aludido negó en Lezama que esta confianza plena del argentino sea una presión para él. De momento, el navarro solo quiere estar a disposición del técnico «y si cree conveniente que puedo estar, intentar que no se note el mes de parada. Lo que quiero es sentirme bien e intentar dejar las molestias y las lesiones».

Contento por las sensaciones, Gurpegi solo espera que el equipo cambie «el sabor de boca de la temporada y despida el año y el campo como se merecen». El gran capitán ha vuelto para ayudar a ello. Por actitud no será.