Apropuesta de Euskal Herria Bildu, el Parlamento de Gasteiz celebró ayer un pleno monográfico sobre la resolución del conflicto, al que el grupo proponente acudió con una petición: pasar del discurso del conflicto al de la solución. El llama- miento, sin embargo, cayó en saco roto a la vista de las intervenciones del resto de portavoces, más propensos a saldar cuentas y acaparar titulares que a empezar a desescombrar el suelo de la política vasca. Una actitud lamentable pero nada sorpresiva por parte del PP y del PSE -el papel de UPyD en la Cámara ha entrado en la categoría del surrealismo-, pero más llamativa en el caso del PNV, que hizo una apuesta clara por alinearse con las formaciones de obediencia española frente a la coalición abertzale. Los jeltzales estuvieron más cerca de Basagoiti y Ares que de EH Bildu en su lectura del conflicto y de lo ocurrido en este país en las últimas décadas, e hicieron decaer propuestas extraídas de los acuerdos de Lizarra-Garazi y de Aiete protagonizando una auténtica involución.

PNV, PSE y PP dicen compartir un «suelo ético», pero visto lo que dijeron ellos ayer, es un suelo muy endeble para construir el futuro.