Las artes escénicas al borde del abismo por el 21% de IVA
Los teatros del Estado español perdieron casi un tercio de sus espectadores en el último trimestre de 2012 debido al incremento del precio de las entradas. El sector de las artes escénicas urge al gobierno del PP a corregir esta tendencia volviendo a un IVA reducido.
Jaime IGLESIAS | MADRID
«Desde que, hace un año, tuvimos conocimiento del desmesurado incremento del IVA que planeaba aplicar el Gobierno sobre el consumo de productos ligados a las industrias culturales, ya anunciamos que las consecuencias iban a ser fatales. Hoy podemos afirmar que esas previsiones se ven superadas por la realidad». Así de tajante inició Daniel Martínez, presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza (FAETEDA), la presentación del informe que esta entidad ha encargado a la empresa ICC Consultors con el objetivo de valorar el impacto que, sobre el sector de las artes escénicas, ha tenido la subida del IVA al 21%, en vigor desde el pasado mes de setiembre.
Los efectos no han podido ser más devastadores. Entre setiembre y diciembre de 2012, los teatros del Estado perdieron un total de 1.798.000 espectadores respecto al mismo período del año anterior, lo que en términos porcentuales se traduce en un 31,4% menos de asistencia a las salas. Consecuentemente la recaudación se resintió hasta bajar en casi un 25%, haciendo que las empresas del sector ingresaran 33.000 euros menos.
Según Daniel Martínez, «la subida del IVA cultural al 21% se planteó para incrementar los ingresos del Estado pero según nuestros datos lo que se ha producido es un descenso en las aportaciones al erario público y a las arcas de la seguridad social por parte de nuestro sector». En el informe presentado se revela una pérdida de recaudación fiscal cercana a los tres millones de euros y la destrucción de 600 puestos de trabajo directos.
Los datos ofrecidos por FAETEDA aparecen desglosados por áreas territoriales haciendo referencia al comportamiento de las taquillas de Madrid, de Barcelona y del resto del Estado. Desde ESKENA (Euskadiko Produkzio Eszenikoen Enpresa Elkartuak), asociación integrada en FAETEDA, su portavoz, Amaia Ibáñez, nos explica que esto es así porque tanto en Madrid como en Barcelona existe mucho teatro privado. «En Euskadi, prácticamente todos los teatros están en manos de los ayuntamientos, son ellos, y no las compañías, los encargados de gestionar las taquillas y como tal quienes podrían ofrecer datos concretos sobre el impacto que ha tenido la subida del IVA en la asistencia de público a las salas. Pero hasta donde sabemos, Sarea, la red vasca de teatros, tampoco dispone de una información detallada al respecto».
Con todo, más allá de las cifras, desde ESKENA inciden en la naturaleza política del problema: «Se le está negando al ciudadano un servicio básico como es el libre acceso a la cultura. Con la subida del IVA al 21% el teatro se ha convertido en un bien de lujo y eso resulta inadmisible», sentencia Amaia Ibáñez antes de poner el énfasis en una dificultad añadida como es la naturaleza jurídica que el Estado español concede a las empresas dedicadas a las artes escénicas: «Nuestras compañías cuando facturan a los ayuntamientos lo hacen aplicando el tipo general de IVA, que antes era del 18 y ahora del 21%, es decir, a las administraciones les sale un 3% más caro contratar ahora, justo cuando los presupuestos municipales están más mermados. Esto no es desde luego así en el Estado francés, donde las empresas dedicadas a la producción de contenidos culturales gozan de un estatus mercantil especial toda vez que se asume que son empresas que cumplen una función social, su actividad no está guiada por el ánimo de lucro, la mayor parte de sus beneficios son reinvertidos en seguir produciendo».
La comparación de lo que sucede en el Estado español respecto a aquello que acontece en otros países europeos, resulta la gota que colma el vaso ya que la mayor parte de Estados miembros de la Unión Europea mantienen un IVA reducido sobre el consumo de productos culturales. En el Estado francés este es del 2,1% para las 140 primeras representaciones de cualquier montaje (siendo incrementado con posterioridad al 5,5%), mientras que en Alemania es del 7%. En el resto de países de la UE los tipos varían del 6% de Bélgica y Holanda hasta el 13% de Portugal. Precisamente el país luso se vio obligado a reducir el IVA tras unos meses aplicando el tipo general, lo mismo pasó en Holanda: «ambos gobiernos supieron rectificar a tiempo cuando percibieron una caída en picado de la actividad cultural», según Daniel Martínez.
Desde esta Federación Estatal son conscientes de que el descenso de ingresos y espectadores no cabe achacarlo en su totalidad a la subida del IVA sino que sobre este hecho «también pesan las consecuencias de una crisis de consumo generalizada, pero en algo más de un 60% este impacto negativo sí que cabe atribuirlo al incremento del precio de las entradas como consecuencia de la subida del IVA». Antes de setiembre el IVA que se aplicaba sobre el coste de las localidades era del 8%, es decir, la subida fue de trece puntos. Comprometidos con un contexto que pinta difícil para todos, los empresarios de las artes escénicas no aspiran a volver a ese porcentaje del 8% pero sí fijarlo «en el 10 e incluso el 13%», lo cual seguiría convirtiendo al Estado español en uno de los territorios con el IVA cultural más elevado de la UE pero que, al menos, paralizaría la sangría que está padeciendo el sector y abriría las puertas a su recuperación.
Para ello desde FAETEDA están negociando con el Gobierno con cierto apremio ya que, en palabras de Daniel Martínez, «cada día que pasa el deterioro es mayor». Prueba de ese deterioro es la infrautilización de las instalaciones para las artes escénicas de las que muchos municipios se dotaron en los años de crecimiento económico y que antes de dejarlas sin uso, bien harían sus gestores, según FAETEDA, «en acudir a las empresas del sector para buscar juntos fórmulas factibles de explotación para estos espacios».
Oso balantze positiboa aurkeztu zuen atzo dFeriako antolakuntzak aurtengo edizioaren zenbakiak plazaratu ostean. Pixkanaka azoka izaera herrikoiagoa hartzen ari dela diote, jaialdi izateko bidean. Honela, guztira 8.809 ikusle izan dira Donostiako antzokietan eta iaz baino 543 sarrera gehiago saldu dituzte.
Ikusle kopuruaren barnean jarduera osagarrietan parte hartu dutenak daude; beraz, programa ofizialeko ikuskizunak ikustera gerturatutakoak 7.243 pertsona izan dira. Akreditatu profesionalak, berriz, 301 izan dira, programatzaileak, ekoizleak, konpainiak eta kazetariak kontuan hartuz. Programatzaileei dagokienez, munduko txoko anitzetik etorritakoek hartu dute parte. Izan ere, Uruguai, Txile, Alemania, Polonia, Kolonbia, Mexiko, Dominikar Errepublika, Brasil eta Costa Ricatik etorritakoak izan ditugu Donostian. Horrek esan nahi du azokan parte hartutako konpainiek aukera gehiago izango dutela euren ikuskizunak Estatutik kanpo plazaratzeko. Horrez gain, jarduera osagarrietan parte hartu dutenak 1.265 izan dira. Atal honetan, hitzaldiak, mahai-inguruak, antzerki mintegi bat eta tailer bat izan dira. Horiez gain, profesionalei zuzenduriko bilerak ere egon dira.
Hala ere, topaketako izarrak, «konpainiek ekarritako puntako ikuskizunak», izan dira aurtengo harrera ona eragin dutenak. Aurreko urteetan baino agertoki gehiago izan dira, gainera. Victoria Eugenian eta Antzoki Zaharrean egin dituzte emanaldi nagusiak, baina ikuskizunak izan dira Gazteszenan eta Lugaritzeko eta Intxaurrondoko kulturguneetan ere, baita Altzakoan ere, lehendabiziko aldiz. Beste bi espazio berri ere izan dira agertoki, hots, Suhiltzaileen eraikin zaharra eta Kursaaleko terraza. Horiekin batera, Zurriolako hondartzan dantza ikuskizun bat aurkeztu zen, lekuak ematen dion xarmaz baliatuta. GARA