Coincidiendo con la jornada mundial de lucha contra el cáncer infantil, el pasado 14 de febrero la asociación Umeekin -en la que se agrupan progenitores de niñas y niños que padecen enfermedades oncológicas- reiteraba su petición a los poderes públicos para que elevaran la edad pediátrica, pasando el límite de 14 años a 16, con el objetivo de «trabajar desde el principio en un aspecto que en ocasiones se queda sin la atención adecuada», ya que consideran que los más jóvenes tienen tumores y pronósticos «muy diferentes» de los adultos y necesitan un tratamiento más adecuado a sus especificidades.

Entonces, Lutxi Calvo, presidenta de Umeekin, compareció ante la prensa acompañada de la doctora Aurora Navajas, jefa clínica de la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital de Cruces, quien también reivindicó equipos multidisciplinarios de seguimiento de efectos secundarios en los niños diagnosticados de cáncer y recursos para que los niños que dejen la atención pediátrica tengan un seguimiento adecuado en equipos de adultos, en relación a las «consultas de seguimiento», una antigua demanda de los profesionales que trabajan en este campo.

En la nota que hizo pública ayer, el Departamento de Salud del Gobierno de Lakua precisó que, a partir de ahora, la edad de ingreso hospitalario en camas pediátricas de Osakidetza se ha ampliado hasta los 16 años.

El departamento que dirige Jon Darpón considera que esta medida presenta ventajas desde el punto de vista social y educativo que redundarán tanto en enfermos de cáncer como en el resto de pacientes adolescentes, puesto que así se ofrecerá «un cuidado integral que contemple aspectos sociales, sicológicos, educativos y familiares».