Descentrados, con problemas para contener el ataque del Manresa y perdiendo más balones de la cuenta. La versión de ayer de Uxue Bilbao Basket distó bastante de la del partido de ida de semifinales de la Eurocup, de modo que perdieron no solo el partido, sino también la cuarta plaza, en poder de Valencia Basket, aunque empatado con los hombres de negro. Los bilbainos espabilaron al final, y Raül López estuvo cerca de forzar la prórroga con un triple, pero su lanzamiento no entró.

«Ha sido un mal partido de nuestra parte, sin concentración ni intensidad», reconocía Fotis Katsikaris. «No teníamos la chispa necesaria para controlar el rebote ni la defensa», añadía el preparador heleno.

Tras un mal inicio, dejando que Asselin campara a sus anchas, en el segundo cuarto Bilbao Basket reaccionó, llegando al descanso con una desventaja mínima: 45-43. Pero lo peor llegaría tras el receso. «Hemos fallado dos o tres bandejas para ponernos por delante, y entonces hemos bajado los brazos, mostrando una muy mala actitud», admitía un contrariado Katsikaris. Sobre ese tercer período, toca subrayar los malos minutos de Mamadou Samb y lo alterado que estuvo Mumbrú -hasta el punto de ganarse una técnica-, mientras en la escuadra del Bagés sorprendían los buenos minutos del joven Joan Creus, y los destellos de Hanga o de Nemanja Aleksandrov.

El duelo llegaba al cuarto final con 73-54 en el marcador, cuando los vizcainos reaccionaron. «El equipo ha competido, pero hacía falta casi un milagro», declaraba el técnico bilbaino.

El milagro casi llegó. Los catalanes, nerviosos, veían cómo a base de rebotes de ataque y triples, Bilbao Basket se arrimaba. Raül López pudo empatar, pero su triple final esta vez no entró.