En una declaración realizada en un hotel de lujo en la capital centroafricana, Bangui, Djotodia anunció también la instauración del toque de queda en todo el territorio nacional.

Asimismo, el nuevo presidente manifestó su intención de mantener como primer ministro al abogado Nicolas Tiangaye, quien cuenta con el visto bueno de la oposición política y de la rebelión armada, y que fue nombrado el pasado día 17 de enero como resultado de los acuerdos firmados en Gabón entre el Ejecutivo de Bangui y la coalición Séléka.

Djotodia, que fue nombrado viceprimer ministro para Defensa Nacional merced a esos tratados, ejerció de jefe de la delegación rebelde desplazada a Libreville a principios de año.

Antiguo funcionario del Ministerio centroafricano de Exteriores, Djotodia cuenta con un largo pasado como rebelde y es un desconocido para la mayor parte de sus compatriotas.

El cabecilla y fundador de la rebelión de la Unión de Fuerzas Democráticas por la Unidad consiguió unificar las distintas rebeliones del país en una coalición (Séléka) y comenzar las hostilidades contra el gobierno de Bozizé el pasado mes de diciembre.

Djotodia sucede así a Bozizé después de que este tomara el poder también a través de un golpe de Estado en marzo de 2003, exactamente hace ahora 10 años. Tras la toma ayer de Bangui por parte de los milicianos de la Séléka, Bozizé buscó refugio en la localidad noroccidental congoleña de Zongo, adonde ya ha llegado su familia.

El pasado viernes, la Unión Africana condenó los choques armados y rechazó cualquier vía violenta de acceso al poder.

El Estado francés reforzó su contingente militar en la República Centroafricana con tropas procedentes de Gabón, tras la entrada de los rebeldes de Séléka en la capital, según informó el presidente francés, François Hollande. El mandatario «ha decidido reforzar la presencia militar en Bangui con el fin de asegurar, si fuera necesario, la protección de los franceses que allí residen», indicó la Presidencia francesa en un comunicado.

En enero se inició en Gabón un proceso negociador entre el Gobierno y la coalición Séléka, que culminó con la firma de unos acuerdos de paz el día 11 de ese mes. El documento consensuado contemplaba un alto el fuego y una transición de un año con un gobierno de unidad nacional que no ha satisfecho las exigencias de la rebelión.

Los rebeldes reiniciaron su actividad el pasado miércoles, tras dar un ultimátum a Bozizé para cumplir una serie de reivindicaciones (retirada de las tropas extranjeras y liberación de presos políticos, entre otras) que expiró el día 20, y han avanzado rápidamente hasta Bangui.

La coalición Séléka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007. Estos tratados contemplaban, entre otros asuntos, la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de presos políticos y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.