El Foro contra la Deuda de Túnez suma la autodeterminación como eje de acción
El derecho de autodeterminación y la defensa de la soberanía de los pueblos formarán parte de la filosofía de acción de los grupos reunidos en torno al Foro Mediterráneo contra la Deuda. El encuentro, celebrado entre el sábado y ayer en Túnez, ha contado con la presencia de diversas formaciones de izquierdas, tanto de los países árabes como del sur de Europa. Euskal Herria también estuvo representada mediante la participación de Sortu.
Alberto PRADILLA
El derecho de autodeterminación y la defensa de la soberanía de los pueblos constituyen uno de los ejes del manifiesto acordado ayer por cerca de 30 organizaciones políticas que han participado en el Foro Mediterráneo contra la deuda, celebrado este fin de semana en Túnez. La iniciativa, promovida desde el Frente Popular (que agrupa a las principales formaciones del país árabe) acordó también un plan de acción conjunto frente a las políticas de austeridad. El encuentro llega en un momento clave, cuando Chipre negocia con la Troika un rescate que castigará los bolsillos de sus ciudadanos y mientras que las políticas de austeridad han provocado la destrucción de los derechos sociales en el sur de Europa. La deuda de Túnez, pero también del Estado español, Grecia o Portugal y la construcción de una alianza frente a las imposiciones monetarias han centrado los trabajos de un encuentro que contó con la participación de Sortu como representante de la izquierda independentista vasca.
«Frente a las políticas neoliberales del FMI, defendemos la soberanía y el derecho de autodeterminación de los pueblos», explicó Urko Aiartza, senador de Amaiur y delegado de Sortu en el foro. La enmienda presentada por la formación abertzale ha permitido que el derecho a decidir de naciones como Euskal Herria o Catalunya sea incluido como uno de los ejes de actuación. No será el único. También se han acordado iniciativas de apoyo a las movilizaciones que buscan realizar una auditoría de la deuda, así como no pagar aquella considerada ilegítima. El encuentro constituye el primer paso para la construcción de una red que pretende coordinar esfuerzos frente a la ofensiva de los organismos económicos internacionales.
Políticas de ajuste
«La deuda es uno de los grandes lastres para la soberanía de los pueblos», afirmó Hama Hammami, portavoz del Frente Popular tunecino. Las demandas de los acreedores suponen uno de los grandes lastres del país árabe. De hecho, las políticas de ajuste comenzaron a implementarse desde 1986, por recomendaciones del FMI y el Banco Mundial que fueron garantizadas por Zine El Abidine Ben Ali. Sus consecuencias todavía perviven, por lo que la formación de izquierdas ha tomado esta cuestión como una de las bases de su acción política. Sin embargo, el caso de Túnez no es aislado. Tal y como señala el manifiesto aprobado ayer, «los pueblos del sur están sometidos a un régimen devastador de políticas de ajuste estructural que impiden su desarrollo destruyen su medio y los privan de su soberanía».
Entre los acuerdos adoptados, las formaciones participantes se comprometieron a incluir la cuestión de la deuda en sus programas, así como a construir una red de apoyo «para aquellos que decidan no pagar la deuda ilegítima». Además, se han emplazado a una próxima reunión que tendrá lugar, previsiblemente, en el Estado español. Además de los talleres, que analizaron específicamente la situación de Túnez, Egipto, Grecia y el Estado español, los participantes en el foro celebraron un acto político en el palacio de Congresos. Allí pudo visualizarse el compromiso de los diferentes partidos en torno al lema que ha encabezado los talleres: «No es nuestra deuda. No la pagamos».
La deuda de Túnez, pero también la del Estado español, Grecia o Portugal y la construcción de una alianza frente a las imposiciones monetarias centraron los trabajos de un encuentro en el que no faltaron los recuerdos a Hugo Chávez y Chukri Belaid, dirigente izquierdista asesinado hace dos meses.
Además de Sortu (Urko Aiartza), tomaron parte, entre otros, las CUP (Quim Arrufat), IU, Izquierda Anticapitalista, Syriza y diferentes grupos europeos y árabes.
El encuentro contra la deuda constituye una de las primeras iniciativas puestas en marcha por el Frente Popular de Túnez, plataforma creada en noviembre de 2012 y que agrupa 12 formaciones de izquierdas del país árabe. Por una parte, sirvió para recabar apoyos internacionales al nuevo proyecto progresista, que trata de poner fin a la atomización que ha caracterizado a la izquierda del país árabe desde la ruptura del Frente 14 de Enero. Por otra parte, el encuentro sirvió como aperitivo del Foro Social Mundial que comienza el miércoles en la capital y que, por primera vez, se celebra en un país árabe. El objetivo es visualizar el apoyo internacional a revoluciones como la tunecina o la egipcia, que lograron tumbar a Zine El Abidine Ben Ali y Hosni Mubarak, a comienzos de 2011. De este modo, los organizadores pretenden dar un impulso a los procesos políticos desarrollados en el mundo árabe. Los talleres y actividades se alargarán desde el miércoles hasta el viernes. Además, el sábado se celebrará una gran marcha de apoyo al pueblo palestino, coincidiendo con la conmemoración del Día de la Tierra, que recuerda el asesinato de siete jóvenes palestinos a manos del Ejército sionista en 1976.
Bajo el lema «Dignidad», los organizadores del FSM, que sigue en la línea del primer encuentro celebrado en Porto Alegre en 2011, han programado decenas de actividades que buscan dotar de herramientas a los movimientos sociales y generar sinergias entre las diferentes luchas internacionales. En este sentido, está previsto que más de 30.000 activistas se desplacen estos días a Túnez, donde el clima político se ha agravado desde el asesinato del representante izquierdista Chukri Belaid, que murió tiroteado a principios de año, lo que desató una ola de protestas en el país árabe.
El Foro se abrirá oficialmente con una manifestación que tendrá lugar el martes. A partir de entonces, comienza una semana de actividades con una temática heterogénea. Desde debates sobre la soberanía alimentaria o la Justicia transicional hasta iniciativas sobre democracia participativa. Además, están previstos diversos foros paralelos. Entre ellos se encuentran el Foro Mundial de las Ciencias y la Democracia, que analizará las nuevas perspectivas de la educación y ámbitos científicos, otro de Medios Alternativos, donde se tratará la realidad comunicativa de un mundo interdependiente. También durante estos días tendrán lugar dos encuentros paralelos. Uno, entre parlamentarios y el segundo, entre economistas. A. PRADILLA