ANAITASUNA 32
ACADEMIA OCTAVIO 23

La abultada diferencia final en el marcador disfrazó el arduo trabajo que tuvo que realizar Anaitasuna para doblegar a un Octavio apremiado por su situación clasificatoria y que se lo puso muy dificíl hasta bien entrada la primera mitad. Fue precisamente en el minuto 24 de partido cuando los anfitriones pudieron adelantarse por primera vez en el electrónico.

Los de Etxaburu saltaron a la pista con la idea clara de meterle mucho ritmo al choque, sabedores de la poca profundidad de banquillo de su rival, uno de los factores principales que acabaría por inclinar la balanza del lado de la escuadra navarra. Los rápidos saques de centro, contraataques y una defensa 5:1 con Chocarro o Meoki -el navarro lideró al equipo en la primera parte- como adelantados, para tratar de frenar a Cacheda, fueron la tarjeta de presentación del novedoso estilo local.

Una dinámica que, por poco experimentada, trajo consigo errores en los inicios hasta que los blanquiverdes fueron cogiéndole el tranquillo a lo que les pedía su técnico. Doblegados ya al descanso, los gallegos amagaron con una reacción que les duró hasta el 22-21 del minuto 45, cuando Etxaburu pidió un tiempo muerto para resolver el arreón de los visitantes.

A partir de ahí, Anaitasuna solo se dejó encajar dos goles en el último cuarto de hora de encuentro, lo que catapultó a los blanquiverdes hasta abrir brecha en el marcador de manera continuada. Ahí aparecieron la figura del lanzador Nadoveza y las diabluras técnicas de Reig.