La semana que se inicia va a ser determinante para el futuro del euskara. El Departamento del Gobierno Vasco que usted dirige deberá resolver sobre la «patata caliente» que le dejó Blanca Urgell: la de los recursos presentados por las radios en euskara que resultamos damnificadas por la decisión de anular el concurso de adjudicación de 34 licencias de radio, entre ellas once incluidas en la llamada «reserva de euskara».

Se trata de una oportunidad histórica, y así se lo hemos expresado al Gobierno Vasco en nuestros recursos. Una oportunidad que no puede perderse.

Si usted decide anular definitivamente el concurso condenará el dial vasco a seguir como hasta ahora: Una oferta al 80% en castellano, realizada mayoritariamente por radios que tienen sus estudios centrales en Madrid, sin ninguna sensibilidad hacia el euskara, con las consecuencias que ello está teniendo ya hoy para nuestra lengua y para el proceso de normalización lingüística.

Si, por el contrario, acepta usted nuestro recurso, permitirá que la oferta radiofónica en euskara se enriquezca con más radios en todo el territorio, que tenga más pluralidad y, en consecuencia, habrá triunfado el euskara por encima de intereses partidistas.

Somos conscientes de que se trata de un proceso lleno de irregularidades que han buscado favorecer intereses políticos partidistas, lo que hará que el gran perjudicado de esta situación sea el euskara.

Nosotras hemos hecho bien nuestro trabajo. Las radios en euskara hemos presentado proyectos de calidad, viables económicamente, hechos desde el país y para el país. Así lo confirma la puntuación dada por la mesa de valoración del Gobierno Vasco.

Lo que está en juego en este concurso es el derecho a la información que tienen los euskaldunes, derecho a tener una oferta más plural de radios en euskara. En definitiva, nuestros derechos lingüísticos.

Es por ello que hemos solicitado al Gobierno Vasco que retome el proceso de adjudicación en el momento en que comenzaron a cometerse las irregularidades y que, como es habitual en este tipo de casos, si lo estima conveniente, solicite una segunda valoración independiente. Pero le rogamos, señora Uriarte, que centre sus esfuerzos en finalizar el proceso de adjudicación en lugar de anularlo definitivamente.

La anulación situaría a las 34 frecuencias (adjudicadas y anuladas de manera irregular) en una situación de inestabilidad jurídica -eternos recursos judiciales, etc...- que retrasaría años y años un nuevo concurso.

Le decimos esto porque las diferentes radios damnificadas estamos estudiando la oportunidad de acudir a los tribunales si el Gobierno Vasco decide mantener la definitiva anulación del concurso. En nuestra opinión, esta anulación no tiene base jurídica y, aunque nos cueste años, vamos a defender el derecho del euskara a estar presente en la oferta radiofónica de este país.

En consecuencia, no tendría sentido lanzar un nuevo concurso para adjudicar 34 frecuencias que se encuentran pendientes de un proceso judicial. En este punto, todos tenemos en la cabeza el calvario que está sufriendo Euskalerria Irratia en Iruñea.

Las personas que firmamos esta carta abierta representamos asociaciones sin ánimo de lucro y empresas. Nos une la voluntad de realizar una oferta radiofónica en Euskara, plural y de calidad, en los diales de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia.

Cada una con una trayectoria diferente, nos hemos reunido por ser todas afectadas por el escándalo producido por el concurso de adjudicación de frecuencias de 2012 realizado por el anterior equipo de gobierno.

Todas nosotras obtuvimos frecuencias en la resolución provisional realizada en otoño por el Gobierno Vasco en el marco del concurso lanzado la pasada primavera.

Nuestra sorpresa fue enorme cuando supimos por la prensa que el Gobierno Vasco saliente decidía anular completamente el concurso, después de saber 15 días antes, y por la misma vía, que el Consejo de Gobierno había decidido no resolver definitivamente el concurso y dejar el mismo en manos del Gobierno Vasco entrante.

El análisis de los expedientes ha confirmado que se ha tratado de un concurso plagado de irregularidades, y estas últimas semanas ha salido a la luz pública a través de diversos medios de comunicación. Corresponderá a otros explicar las razones.

Señora Uriarte, nos sentimos ninguneadas y utilizadas. Hemos invertido mucho trabajo, ilusión y dinero en este concurso para descubrir que, al final, el euskara está siendo utilizado por razones políticas y presiones de los grandes grupos de comunicación con sede en Madrid.

Queremos subrayar que, en el caso de tres de las radios que han obtenido frecuencias, se trata además de radios comunitarias que han obtenido sus frecuencias en las tres capitales: Donostia, Bilbo y Gasteiz.

En numerosas ocasiones hemos dicho que el concurso no estaba hecho a nuestra medida. Realizamos alegaciones con el fin de mejorarlo con poco éxito y, a pesar de ello, decidimos participar en el mismo.

La Comunidad Autónoma Vasca se convertiría de esta manera en pionera en este terreno en cuanto al reconocimiento de un sector -el de las radios comunitarias, también conocido como «tercer sector»- tan maltratado por la legislación española (actualmente solo una radio comunitaria en Valencia tiene una frecuencia legal).

Señora consejera, la situación es grave. Aunque esperamos que el euskara prevalezca por encima de intereses políticos, si el Gobierno Vasco decidiese mantener la anulación definitiva del concurso habríamos perdido para el euskara la única oportunidad de los últimos 26 años. La oportunidad de que el dial radiofónico vea emerger nuevos proyectos de radio en euskara en el 90% del conjunto de los territorios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Proyectos con frecuencias legales que podrían trabajar en igualdad de condiciones. Proyectos que aportarán frescura y pluralidad a la oferta radiofónica y, en especial, a la existente en euskara.

Los medios de comunicación -públicos, privados y comunitarios- son un instrumento fundamental en la tarea de recuperación del euskara. La pluralidad es, además, garante de un debate democrático y un indicador de la calidad de nuestro sistema democrático.

No podemos permitir que durante otros 26 años la oferta radiofónica en el dial siga siendo casi en su totalidad en castellano. El euskara también tiene derecho a una presencia legal en el dial. Estamos seguros, señora Uriarte, de que usted, y el Departamento que usted dirige, sabrá atender (y entender) nuestros argumentos.

(*) Firman este artículo: Agus Hernan, Ibon Altuna, Aitziber Zapirain, Ruben Sanchez e Iñigo Fernandez de Martikorena, en representación de: Antxeta Irratia, Araba Irratia, Justuri Irratia y Euskal Irrati Zerbitzuak.