La acogida de éxtasis entre los kurdos de Turquía a la declaración del PKK de un alto el fuego da al anuncio de Abdullah Ocalan un aire del más justo de los vientos. En una carta desde la prisión (...) el líder del PKK escribió: «Hemos llegado a un punto donde las armas deben callar y las ideas, hablar». (...).

Antes han sido declarados otros alto el fuego, pero hay razones de peso para un mayor optimismo esta vez, y no sólo por el claro deseo de los kurdos a la paz después de casi 30 años de guerra intermitente. Por una vez, las estrellas en Ankara y Diyarbakir parecen estar alineadas. Tanto el gobierno de Erdogan y el PKK tienen interés en explorar las perspectivas de paz. (...).

El Parlamento turco está ultimando una nueva constitución. Erdogan -por sus obvios propósitos propios- quiere quitar a los militares, de una vez por todas, de la arena política, y formalizar la existencia de un estado civil de forma inequívoca. El Sr. Ocalan quiere que los kurdos tengan derechos garantizados dentro de Turquía. El presidente del Gobierno necesita los votos de los diputados kurdos para aprobar la nueva constitución. Por una vez, las exigencias de la administración central y las del PKK no son necesariamente incompatibles.

Más prometedora, sin embargo, es la fotografía ampliada, donde sus intereses coinciden de manera aún más convincente. (...) el Sr. Erdogan volvió a la diplomacia regional, con propuestas descritas por algunos como neo-otomanismo. Fue ayudado por las oportunidades comerciales en el Irak de posguerra, pero mucho más por la agitación que acompaña a la Primavera Árabe.

Visto desde Ankara, sin embargo, ese fermento presenta peligros, específicamente las aspiraciones nacionales de los kurdos, ya sea en Irak, Irán o Siria. Si Ankara quiere mantener Turquía en sus fronteras actuales, debe conceder los derechos y el reconocimiento a los kurdos en su propio país. Por ello, el Sr. Erdogan tiene que ver con buenos ojos la apertura del Sr. Ocalan, pero también por qué un acuerdo duradero ha adquirido una nueva urgencia.