La actualidad
El capitán vuelve al once
Cuatro semanas después de pasar por el quirófano, Carlos Gurpegi partirá mañana en la formación inicial ante el Granada. Marcelo Bielsa no aclaró si alineará una defensa de cuatro o cinco jugadores.
GARA | BILBO
Mes y medio después de caer lesionado y apenas cuatro semanas después de pasar por el quirófano, Carlos Gurpegi regresa. Vuelve el capitán de una nave rojiblanca que agradece los refuerzos en una recta final de la temporada en la que debe certificar la permanencia para alcanzar el verano con tranquilidad y tiempo para reflexionar sobre pasado y futuro.
No está tan claro en qué posición actuará el navarro, si bien como central, en una zaga compuesta por cuatro o cinco jugadores, o incluso en el centro del campo. Y es que Marcelo Bielsa reconoció que los once leones que se enfrentarán de inicio al Granada serán los mismos con los que se ha venido especulando en las últimas jornadas a tenor de lo visto en Lezama, pero no quiso aclarar cuál será su posición exacta sobre el terreno de juego, e incluso admitió que podría variar a lo largo del encuentro. «Vamos a jugar con los jugadores que han ido ustedes señalando a lo largo de estos últimos díez días. Después veremos si jugamos con línea de cuatro o con línea de tres. Dentro de cada partido se dan variantes que requieren distintos posicionamientos y los iremos viendo», explicó.
En definitiva, que el once estará compuesto por Iraizoz en la portería, con Iraola, Gurpegi, Ekiza y Laporte en defensa; San José, Herrera y De Marcos en el centro del campo; y Susaeta, Aduriz -el ariete guipuzcoano y Fernando Llorente se retiraron ayer antes que sus compañeros, pero no tendrán problemas para jugar- e Ibai, recuperado, en la línea más adelantada. La principal duda reside en la posición de Mikel San José, incrustado en el centro de la defensa o más adelantado, una variación que, vistos los precedentes, también podría aplicarse a Gurpegi. En cualquier caso, el principal perjudicado sería Ander Iturraspe, único jugador que pierde la titularidad, después de que se anulase la amarilla de Laporte, respecto al choque de Getafe.
Sobre el césped, teniendo en cuenta lo que se vio, y cómo terminó en el Alfonso Pérez, tendrán que cambiar más cosas si el Athletic no quiere verse otra vez con el agua al cuello. Y es que por muy cómodo que pueda parecer el actual colchón, ocho puntos sobre el descenso, un tropiezo frente a un rival directo como el Granada volvería a comprimir la situación de los rojiblancos, a lo que habría que añadir sus consecuencias emocionales. Un peligro al que, de todos modos, no dejará de enfrentarse el Athletic hasta que no acumule unos cuantos más. Hasta entonces habrá que hablar de finales, o algo parecido, aunque el término no convenza a los profesionales. «Los partidos que restan por disputar pueden ir cambiando su importancia en relación a los objetivos que se vayan planteando. En este momento los objetivos están vinculados con alejarnos de las últimas posiciones -admitió Bielsa- y las calificaciones que se les dan son acordes a la importancia que significa ese logro, estar distanciado de los puestos más bajos de la tabla».
No quiso dar el técnico argentino, por otro lado, excesiva importancia a la manera en que afrontan todos los implicados -dos puntos en cinco partidos, por ejemplo, en el caso del Granada; la misma irregularidad que el resto del campeonato en el del Atheltic- en la lucha por la permanencia esta recta final del curso, en la que, por otra parte, no suelen escasear resultados llamativos, debidos en muchos casos a la falta de motivación de los equipos de la zona media. «Por supuesto que la sucesión de resultados negativos normalmente no auspicia mejorías, pero tampoco puedo afirmar que las rachas no se cortan nunca. También los equipos que juegan por algo juegan con más tensión y los que juegan por nada juegan más relajados. Pero a veces la relajación facilita la creatividad, a veces la tensión la dificulta... Hay recetas para todo».
El trabajo, por último, se le va a acumular a Bielsa en estas últimas jornadas, en las que no solo debe conducir a su equipo a la permanencia, sino también enfrentarse, como ya le sucediera el año pasado, a las insistentes preguntas sobre su futuro. Que, de momento, responde como acostumbra. «Hay muchas cosas a las que prestar atención en este momento de la temporada, vinculadas con la producción del equipo. Y como no podría ser de otro modo, mi atención y mi dedicación están puestas en ese sentido», zanjó el míster rojiblanco.
Aduriz y Llorente se retiraron ayer antes de tiempo, aunque estarán en condiciones de jugar. El equipo realiza una última sesión hoy (11.00) en Lezama.
Si el Athletic no está para dejarse pelos en la gatera, qué decir del Granada, cuatro puntos por debajo. De ahí que Lucas Alcaraz ya haya anunciado que, pese a la ficultad del encuentro, su equipo llega a Bilbo con mentalidad ambiciosa.
«Espero un partido intenso ante un equipo complicado, pero nosotros vamos a ir con la intención de ganar, de mirar la puerta contraria, ser verticales y hacer goles, porque en campos como ese se gana haciendo goles», afirmó el técnico andaluz. «Para ganar en el campo del Athletic o en cualquier otro -añadió-, hay que llegar a la portería contraria, tener personalidad y proponer cosas. Porque una cosa es estar convencido de ganar y otra saber qué tienes que hacer para ganar. Las victorias llegan por argumentos», subrayó Alcaraz, que hoy se enfrentará a un equipo con «buenos futbolistas y un gran entrenador. Un equipo que imprime mucha intensidad a los partidos». Pese a ello, insiste en la necesidad de centrarse en su propia escuadra, tanto sobre el césped, como a la hora de mirar la tabla y tirar de calculadora. «Lo único que me preocupa es que el Granada dé la medida que puede dar, que mejoremos y seamos capaces de hacer bien las cosas. El rival directo del Granada en esta Liga es el Granada. Si ganas partidos no te preocupas de los otros y si no ganas, te preocupa todo. Hay que ganar y cuanto antes mejor», enfatizó.
Alcaraz, por otro lado, no podrá contar finalmente con Dani Benítez. El mallorquín llevaba entrenando toda la semana con el grupo, recuperado de su operación de hernia, pero el viernes sufrió un pinchazo, ayer tampoco pudo entrenar, y ha quedado fuera de combate. Sí estará Iriney Santos, totalmente recuperado.
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