ALAVÉS 4

AMOREBIETA 1

La calidad a raudales que atesora el Alavés le permitió no ya reaccionar cuando se adelantó el Amorebieta, sino incluso alegrar la tarde a su gente con una goleada. Triunfo contundente con el que los albiazules refuerzan el liderato, haciendo oídos sordos a la presión que podían haberles metido Bilbao Athletic y Eibar con sus victorias.

La otra cara de la moneda fue para un Amorebieta desafortunado. Los azules hicieron lo más difícil, pero un par de errores en momentos clave y la inercia ganadora de su rival le condenaron a la derrota. Y de rebote, a perder la cuarta plaza, ahora en manos del Lleida. El cuadro vizcaino empata a puntos con los catalanes, pero el peor golaverage le hace caer del play-off.

Lo cierto es que ayer fue mejor que su anfitrión durante algunas fases del encuentro. Al menos, desde luego, más intenso. Sobre todo en un primer tiempo que el Alavés pareció jugar al tran-tran, probablemente consciente de que el equipo de Axier Intxaurraga afrontaba la cita con mayor necesidad, lo que abría la puerta a las prisas y los errores. No las hubo en la primera parte. Tampoco ocasiones, al menos dignas de aparecer en los resúmenes.

En la reanudación, los gasteiztarras se hacían con el balón y el Amorebieta mantenía la intensidad. Que resultó más efectiva porque le permitió adelantarse en el marcador. A los diez minutos del segundo tiempo, Altuna recibía un balón largo para propiciar el remate de Adrien Goñi.

Por desgracia para los azules, la respuesta local fue inmediata y certera. Toda la velocidad que no se había dado hasta entonces la tuvo el Alavés para restablecer el empate en una acción que culminaba Borja Viguera con un tremendo testarazo. Diez minutos más tarde y apenas unos segundos después de que Altuna perdonara lo que no acostumbra, el partido se rompió definitivamente. Juanma entró en el área agarrado por Carro y el árbitro no se lo pensó, penalti y expulsión. Tampoco Viguera, que firmó el segundo.

Sentencia inmediata

La inferioridad, numérica y en el marcador, no bastó para que el Amorebieta hincara la rodilla, pero los albiazules habían olido sangre y no desaprovecharon la oportunidad de festejar una goleada. Así llegó, de inmediato, el tercero. Sendoa, que solo llevaba dos minutos sobre el terreno de juego, remachó una excelente jugada triangulada entre Beobide y Juanma para dejar el encuentro sentenciado. El festival alavés terminó con el definitivo 4-1, obra de Guzmán, que aprovechaba un clamoroso error de Zigor, titular por segunda jornada consecutiva. El guardameta vizcaino no supo cómo desbaratar la ocasión y el balón cayó a los pies del medio que, sin ningún obstáculo, lo envió al fondo de las mallas.

Duro varapalo para un Amorebieta que no lo mereció y que necesita acabar con su mala racha si no quiere quedar fuera de un play-off que ha pisado a lo largo de casi toda la temporada. Todo lo contrario sucede con el Alavés que va descontando semanas rumbo al campeonato.