athletic La inesperada derrota del Mallorca en casa ante el Depor pone en bandeja a los leones una renta de oro
A once del descenso si ganan
Iraola reconoce que con los tres puntos «veríamos las cosas de otra forma», sobre todo para medirse después a Sevilla y Madrid.
Joseba VIVANCO
«Quedan diez partidos y en cualquier caso hay mucho por hacer, pero ganando veríamos las cosas de otra forma. Por eso es fundamental». El capitán Andoni Iraola lo tenía claro ayer después de que Osasuna, Celta y Zaragoza hubieran apretado los dientes el sábado y recortado distancias con respecto a los rojiblancos. Pero más diáfano lo debía de tener después de que por la tarde, el Mallorca, el equipo que marca el descenso con 24 puntos, perdiera en casa ante el Deportivo. El Athletic mantiene los ocho puntos respecto a los bermellones, que serían once de ganar hoy al Granada, una distancia como para respirar.
Durante toda la semana los leones que han pasado por sala de prensa han repetido dos ideas: una, la trascendencia del choque ante los andaluces; y otra, que los de abajo, de aquí al final, arañan más puntos que nadie al estar con la soga al cuello. De momento esta segunda se va cumpliendo y respecto a la primera, a nadie le cabe la mínima duda de que la victoria esta noche se antoja «fundamental», lo dejó ahí Iraola.
El vestuario bilbaino echa cuentas como hace cada aficionado, y si se necesitan diez puntos, hoy no se pueden escapar los tres primeros. Visitar el Sánchez Pizjuán y recibir luego al Madrid sería demasiado estrés clasificatorio si ante los granadinos no se gana, aunque la derrota del Mallorca no vaya a apretar la soga. Porque el Athletic se la juega, es verdad, contra equipos a los que ahora mismo mira de reojo, lo que no quiere decir que vayan a ser duelos más asequibles que las visitas del Real Madrid o Barcelona.
Partido con muchos alicientes
El Granada ha avisado ya que vendrá a llevarse los puntos en liza, que a estas alturas se trata de sumar de tres en tres, que no vendrán a especular y sí a aprovecharse de esa endémica fragilidad defensiva de los de San Mamés, que veremos aun si saltan con tres centrales o dos. Llegan con bajas sensibles los nazaríes, es verdad, las de Torje -el jugador que pone los centros en el equipo- y su `pichichi' el defensa Siqueira, además de la del delantero Dani Benítez, de última hora, pero no hay duda de que darán guerra y mucha en La Catedral, y eso que suman seis partidos seguidos sin ganar.
Un hueso duro de roer al que los de Bielsa harán frente todavía no se sabe con qué esquema, aunque a juicio de Iraola, «para nosotros no es algo nuevo -hacerlo con dos o tres centrales- y no creo que suponga una gran diferencia. La idea del equipo no cambia en exceso y el cometido tampoco porque los laterales marcaremos a sus extremos».
A pesar del día y de la hora, la expectación seguro que es máxima en La Catedral. Además de la importancia de los puntos en juego, hay hambre de fútbol después de tres semanas sin ver rodar el balón por San Mamés, de ver si los leones dan la talla ahora que todos se la juegan, de felicitarse por el retorno del capitán Gurpegi un mes después de operarse -sigue siendo el rojiblanco que más remates de los rivales ha interceptado esta temporada-, de ver si Muniain tiene unos minutos para empezar a salir de esa «incomprensión», hasta de aplaudir a rabiar como Aduriz rompa con su sequía goleadora o incluso si Herrera `moja' ya de una vez esta temporada. ¿Quién da más?