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Tercera victoria a domicilio

Premio por la fidelidad a un estilo

Los rojillos pudieron dar por perdido el choque en la primera mitad, pero se recompusieron tras el descanso aportando un grado más de intensidad con el que superaron al Valladolid. La escuadra navarra está ahora a siete puntos con respecto a los puestos de descenso.

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VALLADOLID 1

OSASUNA 3

 

Natxo MATXIN

Los tres puntos cosechados en el José Zorrilla fueron la mejor recompensa a la fidelidad a un estilo de juego valiente y arriesgado al mismo tiempo. Poniéndo- nos en el plano puramente resultadista, los dos periodos del choque frente a los pucelanos pusieron de manifiesto lo delgada que es la línea que separa la derrota y la victoria aplicando la disposición táctica que tanto le gusta a José Luis Mendilibar.

No fueron pocos los que pusieron el grito en el cielo por lo temerario de los planteamientos del técnico zaldibartarra, sobre todo a estas alturas de temporada y con lo que hay en juego. Lo que ocurrió frente a Betis y Atlético de Madrid reforzó esos argumentos críticos y, a buen seguro, que muchos de ellos vieron confirmarse sus peores temores en la primera parte del encuentro disputado ayer.

Guste o no, el míster rojillo es hombre que muere con sus ideas, para lo bueno y para lo malo. Es más, el punto crucial de su trabajo se centra en que sus pupilos acepten a pies juntillas esa misma idea futbolística y la plasmen sobre el césped contra viento y marea. El verde del estadio vallisoletano demostró que los suyos son fervientes creyentes de esa filosofía de juego audaz y resuelta.

Por eso, la victoria obtenida en el estadio blanquivioleta tuvo doble lectura. La puramente pragmática de tres puntos valiosísimos para superar ya la treintena, además de acabar con una racha negativa, y la más trascendental de cohesionar un vestuario que está a muerte con un jefe que les exprime entre sema- na, si bien les demuestra que ese trabajo es el único y mejor camino para alcanzar el éxito.

Ayer tocó la de cal, aunque no nos engañemos, no siempre será así, pero es gratificante sentirse partícipe de un equipo que achucha al rival en su propio campo y busca la meta rival, con mayor o menor acierto. No nos cabe la menor duda de que el medio millar de aficionados osasunistas que pudieron disfrutar in situ de la victoria de la escuadra navarra terminaron orgullosos de sus jugadores.

Seguramente no tanto tras ver la primera parte, en la que el cuadro rojillo volvió a sacar a relucir los defectos que tan duramente le habían castigado en las últimas jornadas: muchas lagunas defensivas e inoperancia generalizada en ataque. Ello supuso encajar un gol por un fallo inconcebible de Rubén y estar en un tris de dar por perdido el envite, de no ser por sendas intervenciones de Andrés Fernández, que se reveló, una vez más, como trascendental.

Victoria 100 a domicilio

Los relevos tras el descanso -el de Puñal por Arribas, obligado- y, sobre todo, el mayor grado de intensidad que le pusieron los de Mendilibar resultaron fundamentales para la posterior consecución del triple. El cambio de actitud se manifestó a las primeras de cambio. Empatar el encuentro a los cinco minutos de la reanudación impidió que el rival siguiese poniendo en liza el fútbol que más le convenía y provocó que el Valladolid prácticamente desapareciera del terreno de juego.

A partir de ahí llegó el mayor mérito de Osasuna, no conformarse con un punto, que también habría sido bueno, sino ir en pos del triunfo. El generoso esfuerzo, ya bien avanzado el duelo, que desplegaron en la presión futbolistas como Armenteros, Kike Sola, Puñal, Nino o Silva, por nombrar algunos, terminó por ahogar a los dirigidos por Djukic, incapaces de salir de su campo con el balón mínimamente controlado, y permitió recuperar pelotas en zonas delicadas para los anfitriones, lo que generó ocasiones rojillas que luego se transformarían en dos goles más.

Sendas dianas materializaron la victoria número 100 a domicilio en Primera del conjunto navarro en 615 compromisos disputados lejos de su feudo. Un triunfo que aleja el descenso hasta los siete puntos tras la derrota del Mallorca en su casa frente al Deportivo. Sin ser definitivo, debe suponer el primer peldaño del último tramo hacia la permanencia.

Sexta visita a Pucela en la que se puntúa

Osasuna confirmó ayer lo bien que se le da el estadio vallisoletano en los últimos tiempos al encadenar su sexta visita consecutiva consiguiendo puntuar. La mejor marca la tiene en los siete desplazamientos sin perder a Cádiz.

Mendilibar: «En el segundo tiempo hemos robado el balón mucho más arriba»

Los pupilos de Mendilibar firmaron en el José Zorrilla la primera remontada de la temporada, circunstancia que les viene muy bien para reforzar su moral de cara a futuros enfrentamientos que también puedan enredarse en sus primeros compases.

Para el técnico zaldibartarra, la clave de ese primer revolcón de la presente campaña estuvo en que los suyos saltaron al césped «más agresivos» tras el paso por vestuarios. «Hemos robado el balón mucho más arriba, que es lo queremos, pero cometes un error y eso te genera dudas, que es lo peor para el fútbol», señaló el míster rojillo.

En este sentido, Mendilibar reconoció que el gol anotado en propia puerta por Rubén «nos hizo pupa» y minó la confianza de una escuadra «que se puso nerviosa, pese a que empezamos bien, dominando». «Nos han hecho daño cada vez que pasaban del medio campo», admitió respecto a la fase posterior al 1-0.

La victoria permite a los rojillos respirar a más de dos encuentros de distancia del descenso, pero no hay que dormirse, consejo que extendió a los jugadores del Valladolid. «Debemos llegar a 41 o 42 puntos y hasta entonces no podemos estar tranquilos», les dijo.

El entrenador de la escuadra pucelana, Miroslav Djukic, fue crítico con sus jugadores al asegurar que deben «recuperar rápido la humildad» porque, sin ella, «no somos nadie» y censuró las «muchas pérdidas en medio campo».

N.M.

Los cadetes ganan el torneo Cesaraugusta

El equipo cadete se hizo con el torneo Cesaraugusta que, por estas fechas, organiza anualmente el club Stadium Casablanca. Los rojillos se hicieron con el trofeo, 23 años después, tras imponerse en la final al Athletic por un marcador de 2-3.

Pérez Lasa, talismán para los rojillos

Pérez Lasa sigue siendo un árbitro talismán para los rojillos, que volvieron a vencer pitando el guipuzcoano. De hecho, es con el trencilla vasco, que se retirará esta temporada, con quien Osasuna ha logrado más triunfos, un total de 11.

Más puntos en la segunda que en la primera vuelta

La escuadra navarra se convirtió, con el triunfo en Pucela, en el primer conjunto de la máxima categoría que suma más puntos en la segunda que en la primera vuelta del presente campeonato. Lleva ya 16, cuando en el primer giro acumuló 15.

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