CRíTICA pop-rock
Un melifluo Clapton regresa con «Old stock», disco de versiones
Pablo CABEZA
Eric Clapton lleva desde 1970 publicando discos en solitario. La media sobre una veintena de discos, alcanzaría un notable. Nota conseguida con unos cuantos discos brillantes y otros demasiado vulgares para un artista de su historia y capacidad como instrumentista. Es cierto que a los dinosaurios musicales se les observa con lupa y que muchos críticos o especialistas se ensañan de manera gratuita simplemente para dar la nota. Y la nota le han dado, por ejemplo, desde Exclaim.ca, que le puntúa con un tres sobre diez. Más comprensivos son «Mojo» o «Rollin Stone» con un tres sobre cinco. La empresa web Metacritic, especialista en ponderaciones, le otorga, tras cotejar críticas y otros aspectos, un 65 sobre 100. Vamos, un 6,5.
Por nuestra parte, lo que nos transmite «Old stock» es aburrimiento parcial y tedio general, y eso que Clapton renuncia a la composición en beneficio de la selección de versiones. Paradójicamente la opción tomada (reinterpretar a otros que se han comido el tarro por él) debería ayudar al logro de una referencia destacable en su estirada discografía, entre otras cosas porque si algo ha perdido Clapton con el paso de los años es capacidad para crear. Canta regular, aunque resuelve con decoro, pero el olfato compositivo, salvo excepción, lo perdió hace muchos años. Recurrir a versiones, por tanto, es una buena idea cuando el cerebro está seco, pero todo es tan cómodo, confortable y meloso que el castillo de arena se erosiona por el frente con la llegada de la primera ola.
Con todo, y no creo que sea una contradicción, el disco puede resultar agradable para un buen número de seguidores, en especial si buscan un encuentro con el pasado sin distorsiones ni disonancias. Es decir, si el oyente ha seguido la misma cómoda caída en el nivel de exigencia creativa que el mismo Clapton, si ha envejecido como él (aunque con menos dinero), si lo que más valora es el viejo hilo musical o la música de fondo, con «Old stock» va a disfrutar mucho, algo o muchísimo, opciones que veo inasumibles en un oyente exigente o en un joven culto.
De las cálidas pretensiones de Clapton en su disco en solitario número veinte, da cuenta que «Further on down the road», de Taj Mahal, gira a ritmo pop-reggae, como también lo hace «Till your well runs dry», en esta ocasión con bastante lógica, ya que la canción es un original del gran Peter Tosh y que, no obstante, Clapton recubre con una capa de amargo blues campero a plazos. «Your one and only man» es una composición de Otis Redding recosida a ritmo jamaicano y «Every little thing», de Nikka Costa, Doyle Bramhall II y Justin Stanley, también revierte en ritmo rastafari.
Clapton versiona de nuevo a JJ Cale, que colabora, están también Paul McCartney, que pasa inadvertido, Taj Mahal y Steve Winwoods. Buen bulto que no resuelve el meollo de la cuestión: un gran guitarra, incluso arreglista si es él quien ha repartido detalles, pero como compositor; sesos al sol y riesgos a nivel de mar.
El guitarrista de Surrey, anuncia con la salida del disco que cuando cumpla setenta, el sábado pasado celebró su cumpleaños 67, dejará las grandes giras. Solo actuaciones puntuales y cómodas, como «Old stock».
Artista: Eric Clapton.
Titulo: «Old stock».
Salida: Ya en tiendas.
Precio: Entre los 16,50 y 19 euros.