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Sangrienta demostración de fuerza talibán en el oeste de Afganistán

El asalto talibán al tribunal provincial de Farah (oeste de Afganistán) se saldó con medio centenar de muertos entre jueces, policías, soldados, fiscales y civiles, sin olvidar algunos asaltantes. Es el ataque guerrillero más mortífero en el país ocupado desde diciembre de 2011.

GARA | HERAT

Medio centenar de afganos murieron ayer en un asalto talibán a un tribunal de la ciudad de Farah, en el oeste de Afganistán, en el ataque más mortífero desde hace 16 meses.

34 civiles, 10 miembros de las fuerzas colaboracionistas nativas y varios talibanes murieron en el asalto, que duró al menos siete horas.

Este asalto de la guerrilla es el más sangriento en Afganistán desde el 6 de diciembre de 2011, cuando varios kamikazes se hicieron explotar en medio de la fiesta chií de la Ashura en la capital, Kabul, y en Mazar-i-Sharif (norte), dejando un saldo de más de 80 civiles muertos.

Con todo, el balance de víctimas de ayer podría ser mayor habida cuenta de que se registraron más de un centenar de heridos y había fuentes, como el gobernador de la provincia de Farah, que daban cuenta de más víctimas mortales.

«Cinco asaltantes han llegado a las 8 de la mañana al tribunal provincial en dos vehículos que parecían del Ejército. Uno de ellos ha estallado en el acceso, permitiendo la entrada a los demás», narró Agha Noor Kentos, jefe de la Policía de Farah. «Dos de los asaltantes murieron en el intercambio de disparos y un tercero sigue resistiendo», señaló a última hora de ayer.

Los talibanes reivindicaron el atentado en su web «Voice of Jihad» reconociendo la muerte de dos de sus combatientes, uno de ellos a bordo de un Ford Ranger (4x4 suministrado por EEUU a las tropas colaboracionistas nativas) cargado de explosivos.

«Un grupo de muyahidines armados con granadas y fusiles y con cinturones explosivos ha matado a 35 personas, entre ellas jueces, fiscales, soldados y policías», reivindicó su portavoz oficial, Yusuf Ahmadi, quien situó el asalto como un ataque contra un «juicio injusto contra un grupo de prisioneros, entre ellos algunos muyahidines, a cargo de las autoridades provinciales fantoches» y añadió que 13 encausados lograron escapar.

Tras once años de ocupación, los talibanes son cada vez más fuertes y no solo en sus feudos del sur y del este del país.

Farah era una provincia relativamente tranquila, donde el último ataque de envergadura tuvo lugar el año pasado, cuando hombres disfrazados de policías afganos y portando explosivos irrumpieron en un edificio gubernamental matando a siete personas.

3.000 soldados y policías colaboracionistas han muerto desde marzo de 2012 en el país, casi tantos como militares extranjeros muertos en Afganistán desde el comienzo de la invasión, a finales de 2001.

KABUL

Los servicios de inteligencia del Gobierno títere han advertido de que la capital afgana será el principal objetivo de la anunciada ofensiva de primavera talibán de este año.

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