Al menos nueve civiles perdieron la vida y otros 22 resultaron heridos ayer tras la explosión de una mina al paso del autobús en el que viajaban por una carretera en la provincia afgana de Wardak (centro-este).

La detonación tuvo lugar en el distrito de Sayed Abad hacia las 8.20 hora local (03.50 GMT), según confirmó a Efe el subdirector de la Policía provincial, Quraishi, quien detalló que entre los muertos había una mujer. La fuente señaló que ese artefacto había sido colocado recientemente por los talibanes, aunque nadie reivindicó la acción.

Los artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés) son, junto a los atentados suicidas, los métodos más recurrentes de los talibanes para golpear a las fuerzas afganas e internacionales, aunque en la práctica causan un elevado número de víctimas civiles.

Según un informe de la ONU publicado en febrero, la guerra en Afganistán dejó en 2012 un total de 2.759 civiles muertos, 868 de ellos por IED.