GHK detecta irregularidades en dos contratos de la incineradora
La Asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) votará el próximo día 24 la paralización de los contratos suscritos en 2008 con las ingenierías RESA e IBH. En ambos casos, se trata de labores relacionadas con la construcción de la planta incineradora de Zubieta. Un informe de los servicios jurídicos que analizan toda la documentación relacionada con esta infraestructura concluye que se produjeron irregularidades en los procesos de adjudicación.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Los servicios jurídicos del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) han detectado presuntas irregularidades en diversos contratos suscritos en su día con las empresas de ingeniería RESA e IBH, en relación con la construcción de la incineradora de Zubieta, según informó ayer el diario «Berria».
Tras analizar la documentación, el Consejo de Administración de GHK es partidario de paralizar estos acuerdos. La decisión será sometida a la Asamblea que tendrá lugar el próximo día 24.
En julio de 2008, GHK adjudicó a la firma catalana Recuperación de Energía Sociedad Anónima (RESA) la elaboración del proyecto constructivo de la planta de valoración energética, además de encargarle la tarea de conseguir los permisos e inspeccionar las obras.
El montante ascendió a 6,8 millones más IVA, entre ellos 400.000 euros para «servicios especiales» sin especificar, según apuntó «Berria».
Lo que han detectado los servicios jurídicos, contratados en esta legislatura para revisar todos los acuerdos suscritos en torno a la incineradora y su financiación, es que la propia RESA participó directamente en la elaboración de los pliegos del concurso.
Es decir, que participó en fijar las condiciones de un contrato que posteriormente se adjudicó. El informe entregado al Consejo de Administración de GHK denuncia que RESA utilizó «en su favor» todo este proceso.
En el documento, según se publicó ayer, se explicitan diferentes ejemplos. De este modo, RESA «recomendó» a GHK elevar de 2,5 a casi 7 millones el coste del contrato, propuso destinar 400.000 euros a «servicios especiales», concretó el formato de los grupos de trabajo y la experiencia exigible -«asegurándose de que ella cumplía esas condiciones»-, e incluso hizo retirar de los pliegos el requisito de ciertos programas informáticos que no usaba.
Además, el informe resalta que RESA llevó a cabo por aquella época para la Diputación de Gipuzkoa un análisis sobre los modelos de gestión de residuos y las infraestructuras necesarias. El informe de los servicios jurídicos concluye que la empresa catalana compitió con ventaja sobre el resto de firmas, ya que solo ella contaba con esa información.
Condiciones a posteriori
También se recogen irregularidades durante el concurso en sí, ya que la mesa de contratación fijó nuevas condiciones una vez abiertos los sobres en los que se hallaban las propuestas de las empresas que optaban al concurso. Entre dichas condiciones estaba la experiencia de los trabajadores.
En el informe se explica que la experiencia se toma en cuenta para aceptar o rechazar que una firma participe en un concurso, pero que una vez aceptada no puede ser un baremo para obtener mayor puntuación.
«Se han llevado a cabo varias irregularidades, algunas muy graves, con el objetivo de que lograse la adjudicación la empresa que finalmente la consiguió», sentencia el informe.
En el caso de la ingeniería IBH, el Consorcio de Residuos suscribió dos contratos para labores de consultoría externa. El montante de la operación suma 1,5 millones, IVA aparte.
El documento de los servicios jurídicos destaca que IBH ofreció sus servicios a GHK y comenzó a trabajar sin tener contrato formal. Lo demuestra que haya facturas fechadas en setiembre y octubre de 2008, mientras que el primer contrato data del 30 de octubre de ese año. Este contrato se firmó sin que mediara anteriormente concurso de ningún tipo.
El segundo contrato, ya en 2009, sí se abrió a la posible participación de otras empresas. Según el informe, IBH no presentó parte de la documentación requerida, como los estatutos o la propuesta económica. Además, era la oferta más cara. No obstante, se llevó la adjudicación. El informe subraya que partía con la ventaja de haber estado realizando esa misma tarea en los meses anteriores.
«Sería una irresponsabilidad si lo hiciéramos. Por lo tanto, no participaremos en ella», adelantó ayer en rueda de prensa EH Bildu de Legazpi en relación a la consulta popular que se llevará a cabo en la localidad guipuzcoana los días 20 y 21 de este mes sobre la recogida de residuos.
Para la coalición, detrás de este referéndum «se esconden los intereses económicos del PNV, para construir la planta incineradora» de Zubieta. «Y EH Bildu no apoyará iniciativas que defienden esos intereses», agregaron. Además, señalaron que la pregunta les parece «hipócrita», al no concretar «qué es lo que pretenden hacer con todos los residuos que no se vayan a reciclar».
Preguntados sobre si la coalición respetará la voluntad de la ciudadanía, aseguraron que «tal y como ha hecho siempre EH Bildu», tendrá en cuenta el resultado. «Tanto las opiniones sobre el sistema de recogida, como las opiniones de quienes no quieren ni un vertedero ni una incineradora». Después, tomarían «decisiones en base a todo ello».
Las opciones de voto en la consulta son dos: la papeleta de color marrón defenderá el quinto contenedor, mientras que la de color blanco apoyará el puerta a puerta. Oihane LARRETXEA
El Consejo de GHK considera que estos dos contratos se pueden paralizar sin pagar indemnizaciones. RESA ha cobrado hasta la fecha alrededor de la mitad de sus 6,8 millones, mientras que IBH se ha embolsado un millón, de un total de 1,5 millones.