Estamos orgullosos de haber tomado parte en muchas protestas populares y en innumerables luchas sociales. Estos últimos meses han cobrado fuerza y protagonismo las movilizaciones contra los desahucios ejecutados por la cruel tiranía de la banca amparada por su partido, señor Basagoiti. Hemos participado en decenas de movilizaciones contra los desahucios y si no hemos asistido a más es, sencillamente, porque no hemos podido. Además, le anunciamos que seguiremos asistiendo siempre que podamos. Donde hay una injusticia, nos encontrarán en la lucha.

Muchos de los que nos sentimos de eso que usted denomina «el entorno» participamos en iniciativas de organismos populares. La injusticia es tal que poco nos importa dónde surgen las convocatorias, lo importante es la razón de las mismas. Y la cuestión de los desahucios supera todas las barreras de la indignación y es una de las expresiones más claras de la avaricia de una Banca insaciable.

Nos dice, Sr. Basagoiti, que «es necesario buscar una solución al problema». Pero ha sido necesario el desahucio de decenas de miles de familias para comenzar a hablar del tema. ¿No es hiriente y una burla a la inteligencia ciudadana? En sus manos, y las de sus socios PSOE y PNV está evitar un solo desahucio más. No admitimos demoras ni excusas. Es hora de poner freno a la voracidad de la banca. ¡Necesitamos soluciones urgentes ya!

Por mucho que le pese, «el entorno», como usted dice, no se introduce en los movimientos sociales. La izquierda abertzale trabaja junto a ellos. Los militantes independentistas llevamos décadas trabajando mano a mano con el resto de los ciudadanos y por coherencia con nuestro proyecto político. Siempre hemos considerado nuestras las distintas expresiones de lucha por la liberación nacional y social, y en ese sentido aprovechamos para hacer apología de la protesta y la rebeldía ante las distintas expresiones de injusticia social.

Ante la falta de razones, una vez más, usted ha echado mano de su manual. Cuando les desborda un problema, ya sea en Asturies, Andalucía o Galicia, la escapatoria es la misma: «son filoetarras». Pero eso ya no cuela. Los intentos de algunos medios de comunicación de dar valor a ese tipo de declaraciones resultan infructuosos ante una denuncia popular ampliamente sentida y arraigada. Están ustedes solos defendiendo una legislación que hasta los tribunales de esa «Europa de las multinacionales» les han dicho que es injusta y anticuada. ¿A qué esperan para cambiarla? Ya sabemos que les presionan los grandes banqueros. Conocemos la facilidad de la derecha para apretar a los que menos tienen en beneficio de los ricos. Pero han ido demasiado lejos y la sangría de los desahucios resulta insoportable para la mayoría de la sociedad vasca.

Los dirigentes del PP están indignados porque las familias amenazadas de desahucio y ciudadanos y ciudadanas solidarias han protestado delante de sus viviendas o les han señalado en la calle como responsables. ¿Les parece eso más grave que sacar a rastras a mujeres, niños, ancianos y minusválidos de sus viviendas y dejarles tirados en la calle? Escuchar gritos de protesta delante de la vivienda particular es desagradable. Con todo, ¿es comparable con la violencia que utiliza la Banca, con el apoyo y aprobación del PP, en los desahucios? ¿Qué pueden hacer los pobres para defenderse de tanto atropello? ¿Qué puede hacer el pueblo indefenso ante tanta injusticia? Centenares de concentraciones y protestas no han servido. Ustedes, Basagoiti y compañía, son insensibles. ¿Acaso no es de sentido común que ante la injusticia se opte por la rebelión?

Sr. Basagoiti, déjese de escapismos. Ustedes con su política solo sirven a los intereses de la Banca, de las grandes multinacionales y a los sectores más ricos de la sociedad. Mienten y manipulan las conciencias en las campañas electorales -y después- al dictado de la Banca.

Si quieren solucionar el drama de miles de familias víctimas de los desahucios, manos a la obra. Pero permítannos desconfiar. Los hombres y mujeres de izquierda y abertzales seguiremos haciendo frente a sus nefastas medidas y recortes. Estaremos al lado de los más desfavorecidos. Ante tanto paro, recorte e injusticia social, tenemos no solamente el derecho, sino la obligación de rebelarnos. ¡Ningún desahucio sin respuesta popular! Les emplazamos a que se reúnan con los agentes sociales, escúchenles, debatan con aquellos con quienes compartimos pancarta.

Ya saben, los y las militantes de la izquierda abertzale hacemos nuestra la expresión que Periko utilizó ante miles de jóvenes en Urduña: «si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir».