El alcalde de Balmaseda y actual parlamentario de Lakua por el PNV, Joseba Mirena Zorrilla, será imputado por la Audiencia Provincial de Bizkaia por un presunto delito de prevaricación relacionado con la adjudicación supuestamente irregular de la gestión del polideportivo Errotarena, además de por la imposición de tasas en ese mismo centro que no habían sido aprobadas en pleno y no estaban regularizadas.

Según explicaron fuentes del grupo municipal de Bildu, en agosto de 2011 presentaron una denuncia en el juzgado de Balmaseda dando cuenta de estas irregularidades. El juzgado local archivó la denuncia, pero los miembros de Bildu recurrieron la sentencia ante la Audiencia Provincial de Bizkaia, que este pasado 10 de abril estimaba el recurso e imputaba al primer edil de la localidad de Enkarterri.

Estas fuentes aseguran que la adjudicación de la gestión de este centro deportivo, inaugurado en el verano de 2011, ha sido hecha «a dedo» a un particular «muy cercano al PNV, que ya había asesorado al Ayuntamiento en muchas cuestiones». Además, explican que esta contratación se realizó en septiembre de 2011, cuando la misma persona llevaba gestionando el polideportivo durante los meses de julio y agosto «sin ningún contrato firmado, sin nada que acreditase que él tenía los derechos de gestión de ese centro, algo absolutamente ilegal», destacan desde Bildu.

No es la única irregularidad denunciada por la coalición, que añade que el mismo centro «ha estado cobrando tasas a los usuarios que no estaban regularizadas, que no habían sido aprobadas por el Pleno, y que, por tanto, son ilegales».

En manos del TSJPV

Con la aceptación de este recurso, la Audiencia Provincial abre la puerta a la imputación de Joseba Mirena Zorrilla. Sin embargo, el hecho de que el alcalde sea ahora parlamentario en Gasteiz hace que el único tribunal que pueda juzgarle sea el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que deberá decidir si incurrió en un delito de prevaricación.

La coalición agrega que la actitud del Consistorio durante todos estos meses ha tenido por objeto «obstruir, negar información a la oposición, rechazar las hasta treinta preguntas que hemos planteado a este respecto en las diferentes sesiones del pleno... En resumen, poner trabas a la transparencia».

«En realidad, forma parte de la actitud general del PNV en Enkarterri, en la que actúa de manera absolutamente caciquil, haciendo y deshaciendo a su antojo, como si fuera su patio trasero», afirman desde Bildu.