La huelga de 24 horas en Konecta BTO, convocada por LAB, ELA y CCOO, contra los últimos cuatro despidos fue secundada por un 80% de la plantilla, según aseguraron las representantes del comité. La planta de Güeñes ha sufrido desde diciembre de 2010 un total de 90 despidos. Entienden que los argumentos que ofrece la empresa son falsos, porque mientras «se despide en Enkarterriak, en Barcelona se contratan a más trabajadoras para la atención telefónica» y tacharon la política de Konecta de «salvaje».

A mediodía, las trabajadores acudieron a la Torre de Iberdrola en Bilbo para exigir a la multinacional eléctrica que fuerce a la subcontrata del servicio de atención telefónica a que «cese en sus planes de destrucción de plantilla». Ambas multinacionales, Konecta e Iberdrola, «cuentan con beneficios económicos importantes de 307 millones y 2.840 millones respectivamente», apuntaron desde el comité.

Tres delegadas de LAB escenificaron ante la entrada de la sede de Iberdrola «el ahorcamiento a que nos someten» y posteriormente se tumbaron en el suelo para simbolizar «que nos dejan sin futuro», explicó Leire Ezkerra, delegada sindical de LAB. «Seguimos viendo cómo Iberdrola continúa enriqueciéndose a nuestra cuenta. De ahí que mantenemos el eslogan de `Konecta despide, Iberdrola lo permite'».

Con la protesta ante el símbolo de la multinacional eléctrica de origen vasco «hemos querido representar -dijo la representante de LAB- todas las experiencias negativas que estamos viviendo en la empresa. Más del 90% somos mujeres y por eso en esta representación ha habido una mujer embarazada para que se vea qué futuro les espera, porque muchas no pueden quedarse embarazadas por esta situación de precariedad».

«Único sustento»

Leire Ezkerra recordó que las mujeres han pasado «de ayudar a la economía familiar a ser el sueldo principal, porque el desempleo en Enkarterriak se encuentra entre en las cuotas más altas de Euskal Herria».

Las trabajadoras de Konecta BTO recordaron los cuatro despidos últimos, pero añadieron a otras 13 más «por haber estado de baja por enfermedad, aprovechando la reciente reforma laboral del Gobierno español».

LAB, ELA y CCOO recordaron que este sector es, «además de precario, muy vulnerable». Pusieron el ejemplo que en los centros de Madrid y Valencia, «explotados por la empresa Unísono, los despidos han sido 19 y 16 respectivamente». Ante las puertas de la Torre de Iberdrola afirmaron que «esta eléctrica no es ajena a estos hechos, más bien al contrario. Es una consecuencia de su política de `hágamelo barato y no le preguntaré cómo'», dijeron.

Añadieron que «estas contratas -según las tres centrales- son peones de un juego indecente, simples reclutadores de mano de obra barata «puestas a disposición de empresas que no quieren aplicar ni sus propias condiciones de trabajo».