Entre los primeros en felicitar a Nicolás Maduro por su «trascendente triunfo», se encontraba el presidente de Cuba, Raúl Castro, quien ratificó la solidaridad y el compromiso de su país. «Esta decisiva victoria y tu lealtad al pueblo asegurarán la continuidad de la revolución bolivariana y de la genuina integración de nuestra América», señaló Castro, que indicó también que «demuestra la fortaleza de las ideas y obras» de Chávez.

Venezuela «jamás volverá al pasado», escribió, por su parte, el presidente ecuatoriano, Ra- fael Correa, en su cuenta de Twitter, que felicitó a Maduro y recordó a Chávez mientras iniciaba una gira por Europa.

Al felicitar al «hermano y compañero Maduro», el presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo que «el pueblo ha decidido para que la revolución bolivariana continúe (..) Felicitar al pueblo democrático venezolano; ganó la democracia en Venezue- la». «Felicitaciones a todo el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela por la ejemplar jornada cívica» y «a su nuevo presidente, Nicolás Maduro», escribió la mandataria argentina, Cristina Fernández, quien pidió «memoria y gratitud por siempre al amigo y compañero Hugo Chávez».

El presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó a Maduro y dijo «estar seguro de que bajo la dirección de Maduro, Venezuela seguirá estrechando las relaciones de asociación estratégica con Rusia». Igualmente, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, expresó que «respetamos la elección hecha por el pueblo venezolano y felicitamos a Maduro por su elección como presidente», y deseó que Venezuela «continúe su desarrollo y estabilidad». Hua recalcó que China continúa «dispuesta a trabajar con Venezuela para mantener una cooperación bilateral que beneficie a ambos pueblos».

En lugar de las felicitaciones y del reconocimiento la UE se limitó a decir que «toma nota» de la victoria del candidato del chavismo, pero añadió que «es importante que el resultado de una elección sea aceptado por todas las partes». La portavoz comunitaria de Exteriores, Maja Kocijancic, señaló que «si el Consejo Nacional Electoral decide hacer un recuento confiamos en que se haga rápido y con total transparencia».

Llamada a consultas

París afirmó que esperaría a «la publicación oficial de los resultados definitivos» y el Ejecutivo español, a través de su ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, también quiso esperar al recuento que exige la oposición, con el deseo de que se desarrolle «con la máxima rapidez posible».

Esta declaración provocó que el canciller de Venezuela, Elías Jaua, llamara a consultas al embajador de Caracas en Madrid, Bernardo Álvarez, para valorar «estas declaraciones y en qué contexto se han dado», señalando que García-Margallo «desconoce implícitamente los resultados firmes y claros» del poder electoral venezolano.

El presidente de la Asamblea venezolana, Diosdado Cabello, ya había respondido pidiendo al Gobierno de Mariano Rajoy «que se ocupe de sus propios problemas, que tiene muchos».

La europea fue la misma actitud que la de EEUU, que consideró «necesario» y «prudente» el recuento de votos «para garantizar que todos los venezolanos confían en los resultados», según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. «En nuestra opinión apresurarse (a tomar) una decisión en estas circunstancias no sería coherente con las expectativas de los venezolanos de (tener) un resultado claro y democrático», agregó.