«La única salida posible y la única salida viable para nuestro país desde un punto de vista político es consultar a los ciudadanos para que puedan decidir libremente su futuro», manifestó ayer en Bilbo la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien destacó que en el mismo marco hay que «dar soluciones» a una ciudadanía que «nos está pidiendo ayuda» ante la crisis económica. La dirigente republicana visita Bilbo invitada por las fundaciones Ezkaberri, de Aralar, y Alkartasuna, de EA, para ofrecer una conferencia sobre la situación política en Catalunya y el derecho a decidir.

Antes de la charla, Rebeka Ubera, de Aralar, y Lorena López de Lacalle, de EA, acompañaron a Rovira en una rueda de prensa en la que destacaron el camino emprendido en Catalunya con destino al derecho a decidir y contrapusieron esta a la apuesta de los ejecutivos de Gasteiz e Iruñea. Frente a la hoja de ruta emprendida por el Govern, que Rovira tildó de «camino irreversible hacia la independencia y el derecho a decidir», Ubera expuso que «van desapareciendo las promesas» que hizo Iñigo Urkullu, ya que, en el programa de gobierno presentado recientemente, «la consulta desaparece y se limita a una ponencia en el Parlamento».

López de Lacalle coincidió en remarcar que Euskal Herria y Catalunya no están en el mismo momento político pero sí en el mismo camino «que nos llevará a decidir nuestro futuro». Planteó que «2013 y 2015 van a ser años cruciales en Europa» en lo que respecta a la expresión de la voluntad de los ciudadanos, pese a que los ejecutivos de Urkullu y Barcina sigan «sometidos en lo económico, lo político y lo social a Madrid».

La cuestión presupuestaria

Volviendo a la situación en Catalunya, Marta Rovira precisó que «nuestro gran debate ahora es el presupuestario». Explicó que en su país también padecen las «imposiciones de las políticas neoliberales» del Gobierno español, e hizo referencia expresa a la reforma laboral del PP, aunque subrayó que su apuesta ha sido no presentar un presupuesto sujeto «a las limitaciones que nos impone el Gobierno español».

En ese contexto, defendió el pacto de estabilidad suscrito con CiU en el Parlament, sobre el que remarcó que «no es un pacto de gobierno», sino un acuerdo para dar «fuerzas» al Gobierno de Artur Mas porque «se ha comprometido a hacer una consulta», y subrayó que la cuestión presupuestaria está «íntimamente ligada» a la agenda nacional, porque en este momento los ciudadanos necesitan soluciones.