Civil Rights Defenders crea un brazalete para sus activistas
En un intento por evitar que los activistas de los derechos humanos sufran cualquier tipo de peligro, Civil Rights Defenders ha apostado por los avances de las nuevas tecnologías para desarrollar un brazalete con la pretensión de preservar la seguridad de sus activistas amenazados.
Koldo LANDALUZE | DONOSTIA
El 15 de julio de 2009, un grupo armado secuestró y ejecutó en Chechenia a la defensora rusa de derechos humanos Natalia Estemirova. Según revelaron testigos presenciales, fue obligada a entrar en un automóvil delante de su casa y se la llevaron. Horas después hallaron su cadáver en la vecina república de Ingusetia. Natalia Estemirova trabajaba desde el año 2000 en el Centro de Derechos Humanos Memorial, en el Cáucaso Norte, y había recopilado declaraciones de testigos de crímenes de lesa humanidad cometidos en Chechenia.
En un intento para que no se vuelva a repetir este tipo de episodios, la asociación Civil Rights Defenders (CRD) ha diseñado un brazalete muy especial cuyo objetivo es preservar en lo posible a los activistas de los derechos humanos que, en los distintos puntos del planeta, sufren intimidación, secuestros e incluso la muerte.
Conocido como Natalia Project, este brazalete diseñado en honor a Natalia Estermírova, nació como respuesta a una pegunta planteada por la propia CRD ¿Qué podemos hacer para proteger a los activistas de derechos humanos? De ahí surgió este brazalete, el cual cuenta con un GPS que servirá para localizar a su portador en caso de que sea secuestrado o atacado. Los activistas lo usarán en zonas de alto riesgo y en caso de ser atacados, pueden activar manualmente la alarma que mandará una señal de auxilio a la oficina central de Civil Rights Defenders, así como a los contactos que se encuentren cerca y a los equipos de rescate.
En caso de no poder activarla manualmente, el brazalete cuenta con un seguro y en caso de que el atacante decida retirarlo por la fuerza, también se activará la alarma. Una vez que se activa la alarma y se confirma la amenaza, se envían mensajes a Facebook y Twitter para denunciar el hecho.
Por el momento ya han sido distribuidos cinco de los treinta brazaletes que conforman la primera fase de esta experiencia y a finales de 2014, se pretende ampliar hasta 55 el número de brazaletes distribuidos.